sábado, noviembre 26, 2011

Devastadora charla con un dirigente de CCOO

El día de las elecciones, se pasó a votar en nuestro pueblo un vecino que pertenece a la dirección de CCOO, afiliado a su vez a IU si bien integrado en la organización de Madrid. En el ratito que estuvimos charlando salió inevitablemente el tema del papel del sindicato en los últimos tiempos. Aunque la conversación era de cortesía, no pude morderme la lengua lo suficiente, y pronto estábamos intercambiando opiniones al respecto de los últimos acuerdos del sindicato con el gobierno ZP. Una conversación tristemente esclarecedora y que creo merece la pena compartir.

Argumentaba nuestro compañero que la reforma de las pensiones pactada era buena. Lo era en primer lugar poque garantizaba que estas se pudieran seguir manteniendo, lo era en segundo lugar porque en realidad muy poca gente se iba a jubilar a los 67 años, y lo era en tercer lugar porque se había conseguido mejorar la oferta inicial del gobierno. Me propuso mandarme el análisis completo del resultado de la reforma para demostrarme que lo que había llegado a la opinión pública era una visión sesgada del acuerdo. Se quejaba por último de que el apoyo a los sindicatos es debil como se demostró en la (en su opinión) fallida huelga general de Septiembre de 2010, y que ya les gustaría contar con más fuerza negociadora.

Es decepcionante ver hasta qué punto han perdido las dirigencias de nuestros sindicatos mayoritarios la percepción de la realidad así como del papel que deben hacer en la sociedad. En cinco minutos me puso encima de la mesa todos lo que en mi opinión son sus problemas y errores que han convertido el ala sindical en el eslabon más debil de las fuerzas con las que contamos para luchar la batalla contra el sistema económico que nos estrangula.

En primer lugar, hablar de que el sistema tal como está es insostenible, implica haber asumido lo más profundo del pensamiento capitalista neoliberal. No entraré en repetir los argumentos contra este principio de insostenibilidad que ya enumeró perfectamente Vinçenc Navarro el pasado invierno, lo importante es destacar como el sindicato ha asumido el pensamiento único, lo que explica su predisposición a negociar continuos recortes de derechos.

En segundo lugar, está el hecho de aceptar como bueno el acuerdo porque rebaja los recortes inicialmente propuestos. Para unos sindicatos que han quedado reducidos al papel de negociadores, resulta decepcionante ver lo poco avispados que resultan en el empeño. Como turistas regateando en un zoco arabe, se llevan la baratija a la que han reducido el precio inicial a la mitad, sin ser conscientes de que la oferta inicial no era más que una postura máxima del vendedor que le da margen para un regateo favorable.

En tercer lugar me sorprende que no se den cuenta de la importancia de la percepción de la realidad incluso por encima de la realidad misma. El campo de batalla no es solo la mesa de negociación, sino la propia opinión pública y las bases trabajadoras que constituyen su único arma a esgrimir frente a las oligarquías capitalistas y el gobierno que las ampara. Incluso en el hipotético caso de que el acuerdo tuviera algo bueno, la percepción pública seguiría siendo de retroceso y de derrota sindical, lo que enlaza con el siguiente aspecto del problema.

En cuarto lugar está el no darse cuenta de que la lucha de los trabajadores es continua y a largo plazo, y que poner el freno a la velocidad de las rebajas sociales no cambia el rumbo catastrófico que llevamos. Incluso si el acuerdo alcanzado limitara los daños, la firma del sindicato legitima el principio de que la reforma es buena y desarma toda posible resistencia. Se admite la derrota a priori, y se está dispuesto a negociar las condiciones, sin darse cuenta que una oposición frontal que llevara a una imposición de normas sin acuerdo sindical, reforzaría su perdido prestigio como auténticos defensores de nuestros derechos, erosionando al gobierno que las tomara y debilitando su posición ante futuros recortes.

En general, nuestro compañero nos confirma una imagen de unos dirigentes sindicales que no creen en alternativas al pensamiento neoliberal, que se sienten derrotados de antemano, que se saben sin ningún respaldo y que carecen de habilidad negociadora. Y sin embargo quizás lo peor de todo es hasta qué punto tienen interiorizado que el papel del sindicato es el de ser una institución más del sistema, al fin y al cabo al servicio de su mantenimiento, en lugar de considerarlo como un elemento de lucha de los trabajadores para transformarlo.

No es nada sorprendente ver esta semana la suavidad con la que Toxo y Mendez se dirigían al partido ganador en las elecciones ofreciendose incluso a sentarse a negociar (¿nuevos recortes?). Uno hubiera deseado a unos combativos dirigentes amenazando desde ya al gobierno, mostrándose como una primer linea de oposición ante sus previsibles medidas. Se hace necesario una refundación completa de los sindicatos, pero uno se pregunta si queda alguna cosa que salvar en ellos hoy en día, y si no sería mejor empezar la casa desde los cimientos.

lunes, noviembre 21, 2011

Empieza la lucha. Queda un día menos para acabar con el PP

Debe ser la edad y la experiencia, pero por una vez creo que casi todos mis pronósticos se han cumplido. La contienda electoral nos deja donde se preveía, y se antoja como una primera batalla de una guerra mucho más larga, una batalla que al menos podemos decir que no hemos perdido y que nos permite seguir la lucha. Las máscaras han caido, la farsa bipartidista ha quedado de momento tocada, y todas las esferas de gobierno de nuestra pseudo-democracia quedan en manos de la derecha más rancia. Los resultados de ayer conjuran una serie de peligros para IU que merece la pena enumerar.

El más importante era que el PSOE hubiera salido con bien de su suicida deriva derechista. La respuesta clara de su electorado nos da la esperanza de que aún queda alguna capacidad de crítica entre amplios sectores que se consideran de izquierda. Su resistencia a buscar alternativas en la izquierda real era esperada, pero el socioliberalismo queda herido de muerte en España. Un enemigo menos (de entre tantos).

El segundo es que la operación EQUO ha resultado un gran fracaso. Seguramente porque competían con UPyD como alternativa light al PSOE; y sin embargo el peligro que EQUO  constituía era muchísimo mayor que el del partido de la populista Rosa Díez. Se buscaba montar un partido ecologista al estilo de los que campan por Europa que distrajera a la gente de veleidades alternativas en las horas bajas de los socialdemócratas. La inclusión de Inés Sabanés entre sus filas intentando arrastrar a votantes de IU ha tenido un efecto limitado, y se antoja un corto recorrido a esta peligrosa iniciativa.

Un tercero es que los sectores ahora minoritarios en IU y que han defendido históricamente el acercamiento al PSOE no hayan quedado legitimados. Tenemos las manos libres para profundizar en el camino que iniciamos hace un par de años con la llegada al puesto de Coordinador General de Cayo Lara.

Conjurados pues todos esos peligros, salimos de la contienda electoral indemnes y en buena disposición para empezar en serio la batalla de verdad, la que hemos iniciado contra el poder de las oligarquías financieras que han puesto su objetivo en el desmantelamiento de derechos sociales y nuestro precario estado del bienestar. Ya no se pueden esconder detras del falso socialismo lo que nos facilitará en buena medida la movilización contra lo que es un gobierno descaradamente derechista.

Hoy empieza la lucha de verdad, y lejos del desánimo, no puedo menos que recordarme que hoy queda un día menos para que acabemos con el PP, la segunda pata de la farsa bipartidista.

sábado, noviembre 19, 2011

El PSOE convertido en partido zombi


Mañana, a las ocho de la noche, se hará efectivo a traves de las primeras encuestas a pie de urna, algo que todos damos ya por descontado. Un Partido Popular con cerca o por encima de 200 escaños, y un PSOE superando en poco los 100, y es sin duda esta segunda parte la que abre perspectivas más interesantes para el análisis.

Acabamos una campaña que desde mi perspectiva (muy mediatizada por otra parte por mi implicación con IU), nos deja una imagen del PSOE absolutamente desastrosa. Frente a las nuevas vueltas de tuerca que medio anuncia medio esconde el PP, he visto tan solo a una IU muy combativa, motivada y activa, y un partido socialista arrastrando excusas, paseando apolillados dirigentes y proponiendo tan solo una cierta moderación en la aplicación del mismo programa de ajustes de los populares. Hasta la tradicional apelación al voto util ha sonado en mi opinión más triste, desganada y derrotista que habitualmente. No puedo imaginarme qué es lo que podría dar algún tipo de motivación para que un votante socialista se acerque a las urnas mañana.

Así pues volvamos al día de mañana a las ocho de la noche. Es facil preveer lo que pasará en las siguientes horas y días después de la debacle. La asumpción de la derrota, las caras de circunstancias en los dirigentes en la previsible reunión del lunes en Ferraz. La puesta de disposición de su cargo por parte de Rubalcaba a la ejecutiva y su ratificación posterior, la convocatoria de un congreso extraordinario antes incluso de las elecciones andaluzas. Es también previsible los movimientos de Carmen Chacón, pasado el primer momento de duelo, postulándose  como alternativa a Rubalcaba. En realidad es bastante previsible porque hemos conocido otras derrotas electorales en todos los partidos, y sin embargo esta derrota electoral se me antoja diferente por varios motivos.

En primer lugar porque el PSOE da la impresión ahora mismo de ser un partido zombi. Guiado por un puro instinto electoral, carece de ideario creible tras el descrédito del socioliberalismo, y lo que es peor, no se vislumbra entre sus partidos hermanos europeos una guía o un programa que emular. Carece por tanto de ideas y propuestas creibles sobre la que cimentar su reconstrucción.

En segundo lugar desconocemos la existencia de ningún tipo de posturas críticas o alternativas en un partido que se convirtió hace tiempo en una maquinaria sin alma ni debate. Ni una voz se levantó para criticar las medidas que le han llevado a la debacle. La propia Carmen Chacón pretende basar su candidatura en el hecho de ser mujer, lo cual es una novedad en España para un grán partido. El problema es que a esta resulta imposible catalogarla políticamente, no sabemos lo que defiende y representa más allá de un catalanismo que tratará de ocultar y que solo le restará simpatías y posibilidades. Carece por tanto también de rostros que personifiquen el nuevo rumbo.

En tercer lugar, no solo es esta crisis del partido más profunda y más grave que las anteriores, sino que le llega en un contexto político muy poco adecuado. El PP no llegará al poder como en el 95 tras una victoria mínima, sino que lo hace con una mayoría absoluta. Y se lanzará con absoluta violencia a imponer un programa de máximos. A esta situación de máxima necesidad se enfrenta el partido indefenso, sin discursos, con lideres interinos y sin credibilidad. En un momento crítico, el mundo no va a esperar al PSOE, y cuanto más tarde en recomponerse, más trabajo le costará intentar volver a ser visto como una alternativa válida.

En cuarto lugar, no parece que la oposición al PP vaya esta vez a protagonizarse en el parlamento. La poca o mucha resistencia que se ofrezca al brutal programa de recortes y desmantelamiento de derechos y libertades se va a cimentar en las calles. Y cuesta imaginarse al PSOE protagonizando ninguna movilización sociala corto plazo, como demuestra su falta de visibilidad en las manifestaciónes contra el recorte educativo que ha puesto en marcha el PP.

Así están me temo las cosas. Un partido que como antes indicaba se me antoja como un zombi, un muerto viviente sostenido sobre un monton de intereses por partes de unos cuadros que se han beneficiado de los réditos que dan el control de las distintas administraciones. Sin ideario, sin fé y sin respuestas más allá de la búsqueda de victorias electorales, el futuro se presenta incierto lo que no deja de resultar más interesante que la lamentable historia reciente de uno de los polos del bipartidismo español.


viernes, noviembre 11, 2011

El 20-N se acaba una época y empieza otra nueva.

Estos días en que parece que la historia se acelera, leo, leo, leo. Internet nos permite no solo conocer lo que ocurre en el mundo saltandose intermediaciones de medios controlados, más importante incluso para mi, nos permite conectar inmediatamente con lo que piensan los tuyos, con lo que dicen y opinan los que no son los tuyos, prestar oidos a los rumores más bajos que te anticipan lo que va a pasar. Y tiene pinta de que van a pasar cosas, y muchas en las próximas semanas y meses. Los signos son evidentes para quien esté atento a ellos, y bastan unos ejemplos.


La crisis de la Eurozona ha llegado al punto de la ruptura de consensos. Según caen los países, ya no son los medios marginales de la izquierda los que hablan de las contradicciones de la construcción Europea, del absurdo papel del BCE, de la crisis de legitimidad democrática y de lo suicida de las políticas extremistas neoliberales en las que Europa se ha embarcado. Ahora las voces críticas llegan de los gobiernos conservadores de EEUU y del Reino Unido y de medios como el New York Times el el Guardian. Mientras, los dirigentes de Europa se enrocan, quizás pensando que ya no tienen otra salida que seguir para adelante, pues reconocer su error se los llevaría por delante a ellos y a las posiciones ideológicas que representan.

En Grecia preparan un gobierno de unidad nacional que tendrá aún menos legitimidad que el anterior (que al menos había sido elegido en las urnas). Dudo que los griegos se apresten alegremente a seguir sus dictados en forma de nuevos recortes que caen sobre una ciudadanía agotada, menos aún cuando Papandreous rompió el embrujo hablando de someter las medidas a referendum. Si hasta ahora la carga de la crisis cayó en el PASOK, ahora se llevará por delante a Nueva Democracia. Me temo que la cuerda se puede romper, y de las revueltas puede surgir cualquier cosa, incluido un golpe militar. Más nos vale estar atentos, porque en buena medida estamos viendo nuestro propio futuro. Italia se encamina en la misma dirección, y aunque tiene mucho recorrido antes de que la situación se vuelva tan extrema como en Grecia, igual no cabe esperar la misma paciencia con la que los griegos han aguantado el castigo recibido. Tampoco es facil predecir lo que durará la paciencia de los portugueses, con la variante de que su ejército no parece pueda convertirse en garante de una represión ante las posibles revueltas.

Desde primeros de año, la ciudadanía, aún desinformada y manipulada, empieza a dar signos de vida en muchos de nuestros países. En mi opinión, el movimiento del 15-M no es como algunos creen una valvula que permite eliminar presión de descontento popular, y que acabará desactivandose. Se me antoja más bien como unos ejercicios de estiramientos de una ciudadanía que durante decenios ha estado adormecida. En los últimos meses multitud de personas han conocido la experiencia y descubierto una cierta capacidad de conseguir objetivos mediante la movilización, y lo que es más importante, han roto con el principio de la legitimidad de las urnas para justificar todos los atropellos. Estamos aún verdes, pero se ha avanzado para prepararnos para lo que vendrá.

Las elecciones se nos echan encima en lo que parece un episodio triunfal más del inmovilismo bipartidista. Sin embargo, si yo fuera un dirigente del PP no las tendría todas conmigo. El desastre sin paliativos  que se augura al PSOE obligará a cambios profundos en lo que ha sido un perfecto representante de la deriva liberal y el abandono de las posturas socialdemócratas en Europa. Mientras su organización se recompone, el sistema dejará de tener en el partido socialista un perfecto muro de contención que mantiene callados entre la verguenza y la culpa a sus muchos millones de incondicionales seguidores. El PSOE cae abandonado por los suyos debido a su deriva entregista a los poderes económicos, y de su debate interno surgirá seguramente el replanteaminto de los dogmas socioliberales de los últimos años. De entre sus dispersas filas surgirá un PSOE diferente, o bien se alimentaran otros movimientos que nos ofrecerán nuevas oportunidades. En cualquier caso podemos estar ante el desbloqueo de una situación que se ha mantenido estable en los últimos 30 años.

El Partido Popular, sin duda el más trasnochado, tardo-fascista y reaccionario representante de la derecha europea, se apresta a una victoria histórica que le dará un poder absoluto en la política española, y vendrá con el cuchillo en la boca de la mano de sus sectores más integristas. Con la borrachera propia de la aplastante victoria, acometeran con furia toda su agenda de contrareformas al amparo de lo que Naomi Klein tan brillantemente catalogó como doctrina del shock. De su euforia dan buena imagen su disposición a desmantelar los recientes avances en materia de derechos y libertades, algo a lo que en pasadas victorias no se atrevieron. Y creo que se van a equivocar, porque detrás no tienen como creen un pueblo entregado y dispuesto al masoquismo a la espera de que la biblia neoliberal les purifique y saque del desastre, sino una ciudadanía excéptica con poca paciencia. El PP asentará su victoria en la movilización masiva de sus incondicionales, la abstención de los desencantados del PSOE y la credulidad de los más desesperados. Si creen que esta victoria por abandono les da crédito para mucho tiempo y para muchas cosas, sospecho que se equivocan.


Todo lo que ocurre a nivel internacional y nacional nos augura una situación de conflicto social en España y en Europa de un calibre diferente a lo que hemos conocido en las últimas décadas. Se caen los muros de contención, se corren los velos que ocultan la realidad y creo que empieza una nueva época de crisis y conflicto que nos devolverá algo diferente. Creo que en el futuro nos apuntaremos el día 20 de Noviembre como fecha clave en dichos cambios en nuestro país, el día en que muchas cosas se acabaron y otras empezaron a surgir.

miércoles, noviembre 09, 2011

Habrá que vomitar todo el neoliberalismo ingerido.

Es un simil que me viene a la cabeza según leo un interesante artículo de los que uno suele encontrar en Rebelión (¿Donde está la izquierda en esta tormenta económica?). Aprovecho para recomendar a todo el que pase por este blog que visite asiduamente su página como fuente de información y opinión alternativa.

El otro día acompañaba a mi hijo mientras sufría las nausas derivadas de su leve gastroenteritis (o quizás de una simple indigestión). Abrazado al inodoro me decía que no quería vomitar, y yo le explicaba que una vez que el estómago se ha cerrado, el cuerpo iba a hacer todo lo posible para expulsar aquello que ya no podía digerir. Le explicaba que aunque el vómito no es precisamente un proceso agradable, era un paso necesario para encontrarse mejor, y que retrasándolo tan solo prolongaría su malestar para llegar al mismo inevitable final. Una vez que este se produjo pudimos ambos salir de cuarto de baño y pudo él encontrarse mejor para volver a sus juegos.

Leyendo el artículo de Rebelión, me doy cuenta del paralelismo que tiene el sufrimiento de mi hijo con el sufrimiento económico que todos estamos pasando. Durante 30 años, los ideologos del sistema nos han recetado una dieta económica alta en neoliberalismo económico que hemos ingerido sin rechistar. Y lo hemos hecho porque a corto plazo resultaba gratificante para todos, los poderosos se forraban y nos dejaban disfrutar de un crédito barato que nos hacía disfrutar de esas vacaciones, o de ese coche nuevo a cargo de un endeudamiento que parecía no tener límite. Algunos economistas de izquierdas actuaron como Pepito Grillo, alertando de lo insostenible del proceso en el que entrábamos. Obviamente era inutil, ¿quién quería escuchar al aguafiestas de turno con lo bien que nos lo estábamos pasando?

En 2008 se nos hizo a todos evidentes que estábamos enfermos, nuestro sistema no puede ya digerir el empacho de medidas económicas nocivas. Tras un primer susto, nuestros ideologos al mando nos recetaron una manzanilla y un poco de dieta en forma de gasto público con la esperanza de poder volver a nuestra dieta habitual tras una indisposición pasajera. Sin embargo una vez que se hace evidente que el remedio no nos cura, los más radicales toman el mando y deciden que nuestro problema se cura con una dosis doble de medidas neoliberales, la receta se ha aplicado con absoluto celo en Grecia. Lo único bueno del tratamiento es que tiene pinta de que va a acabar de destruir el prestigio de los curanderos a cargo, y el error empieza a ser admitido públicamente hasta en los medios del sistema. El paciente ya no dá más de si, hay un límite al sufrimiento que hasta los más necios podemos aguantar, y todo parece indicar que los griegos están relativamente cerca de alcanzarlo.

Como mi hijo el otro día, Grecia, y los demás, no vamos a tener más remedio que expulsar todo lo que nos han hecho tragar si queremos encontrarnos mejor, y será penoso, porque han sido muchos años y muchas medidas nocivas. Son reformas fiscales que han beneficiado a las rentas de capital, son desregulaciones laborales que han desprotegido a los trabajadores y multiplicado la inseguridad econónica, son desregularizaciónes de los sistemas financieros que han provocado la especulación, son privatizaciones de sectores básicos que no pueden estar al servicio del beneficio de algunos, son medidas de desarme arancelario que han provocado el desmantelamiento de nuestros sectores productivos, son políticas monetarias puestas al servicio de garantizar la protección de las riquezas acumuladas por parte de unos pocos. Y desmantelarlo no va a ser facil, puesto que forman un entramado interrelacionado de legislaciones, tratados y organismos nacionales, europeas y supranacionales que se sustentan unas sobre otras, lo que hace imposible eliminarlas poco a poco. Lo han ido atando todo de forma que me temo que su expulsión tendrá que ser en forma de un vómito violento y súbito. Habrá que sufrir contando además con la resistencia no pacífica de aquellos que se beneficiaron y que no van a querer renunciar a lo conseguido en estos años.

En España andamos todavía en una fase de malestar no tan agudo, pero nos queda poco. Lamentablemente, ante la evidencia de que las medidas paliativas no nos curan, todo parece indicar que en lugar de tomar el dificil camino de la purga, nuestros compatriotas están dispuestos a dar plenos poderes durante cuatro años a los charlatanes recetadores del veneno neoliberal, con la esperanza de volver a los días de vino y rosas. El cuerpo dudo que no nos vaya a dar para aguantar tanto, pero nuestra estupidez nos garantiza que el proceso de limpieza llegue de forma más tardía y violenta, porque no creo que aquellos a los que les vamos a dar plenos poderes ahora, acepten su equivocación o renuncien a los mismos facilmente.

Como mi hijo el otro día, nos resistimos a pasar el mal trago de vomitarlo todo. Pero habrá que hacerlo queramos o no, y cuanto más esperemos más alargaremos nuestro sufrimiento actual.

domingo, noviembre 06, 2011

Ocupa el debate

Anonymous y el 15M convocan una concentración a la entrada del debate electoral del 7N

Cerrando la caja de Pandora

Esta semana una mano griega (es de justicia que fuera griega) abrió la caja de Pandora. La mención de Georgios Papandreou del sometimiento a referendum desató una tormenta que en un contexto menos grave hubiera resultado francamente cómica. En unas pocas horas se acumularon perlas dificiles de olvidar, como ese político español que indicaba que el tema era demasiado complicado para que la gente pudiera decidir; por no hablar de esos otros que indignados protestaban por las consecuencias para los otros países de un posible rechazo de algo que se supone que era en beneficio de los griegos.

Fue un leve resquicio, apenas 24 horas que dejaron al descubierto las verguenzas de un sistema que aún se atreven a llamar democrático. Y aunque el amigo Papandreou evidentemente ha utilizado todo el tema como herramienta política, y dudo que en ningún momento tuviera la intención de llevar adelante el referendum, el favor que nos ha hecho es inmenso, porque la caja de Pandora no se ha cerrado sin dejar escapar alguno de los bienes que contenía.

Durante unas horas nos dió tiempo a saber que los griegos parecían según las encuestas dispuestos a dar el no al referendum, y rechazar lo que se nos ha vendido como una ayuda. Se rompió además el tabú y se habló de la posibilidad de que la gente fuera consultada ante las medidas de recorte. Se habló finalmente de lo innombrable, de la opción del impago de la deuda como alternativa al desmantelamiento de nuestros derechos en aras de proteger la riqueza acumulada durante la fiesta neoliberal. Pero por encima de todos quedó claro que nos han robado toda capacidad de decidir en todo aspecto relevante de nuestro sistema, lo que resulta esclarecedor como aperitivo antes de la campaña electora.

Entiendo que a muchos dirigentes europeos les gustaría contar con el aparato aquel de la película "Men in Black" que permitía borrar la memoria reciente a la gente. Lamentablemente no va a ser posible, y aunque se eviten el impacto de un referendum que tan solo por el hecho de plantearse ponía contra las cuerdas al resto de gobiernos de la eurozona; no podrán evitar que recordemos el día en que oficialmente nos informaron de quién manda aquí.