El título de la entrada es un aforismo conocido por todos y que aparentemente tiene origen árabe.
Si me engañas, la primera vez es culpa tuya. Si me engañas por segunda vez, es culpa mía.
Cuando triunfó el PSOE en el 82 yo mismo, que aún no tenía 18 años pero que hubiera votado al PCE, me alegré y pensé que nos esperaba algo mejor. Gonzalez me engañó una vez, pero desde entonces no he vuelto a celebrar una victoria de un partido que no es más que un puntal importante de status quo. El PSOE languideció despacio, tan grande fué la confianza que recibió como el tiempo que tardó la gente en darse cuenta del engaño.
Tras ocho años del inaguantable Aznar, el PSOE se sacó a Zapatero de la chistera. ¡No nos falles! Le gritaban ingenuamente sus votantes tras su victoria del 2004. Ocho años más han pasado, y Zapatero ha hecho bueno al lider del Felipismo en cuanto a recortes sociales (en cuanto a su nivel de corrupción y falta de ética no creo ningún otro político español le llegue ni a las suelas a Gonzalez, uno de los personajes más siniestros de nuestra historia reciente).
No hubiera sido dificil de entender que el mal no podía ser Gonzalez sino el PSOE en si, bastaba con ver como sus diputados en pleno respondían como un ejército a las instrucciones de su jefe. Los que pudieran haber pensado que el problema era el lider y que un cambio de cúpula cambiaría las cosas, deberían haber abierto los ojos tras la experiencia de Zapatero.
El PSOE lo intenta de nuevo, solo que esta vez ni siquiera se han molestado en buscar una cara nueva. Nos presentan como un cambio alguien que ha compartido gobierno y seguido sin problemas los dictados de los dos líderes anteriores. Los votantes del PSOE tienen la oportunidad de demostrar si son acólitos obedientes o si son ciudadanos libres.
Está claro que si te engañan una segunda vez es culpa tuya, pero no se me ocurre calificativo no despectivo para los que se dejan engañar una tercera.
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