sábado, noviembre 19, 2011

El PSOE convertido en partido zombi


Mañana, a las ocho de la noche, se hará efectivo a traves de las primeras encuestas a pie de urna, algo que todos damos ya por descontado. Un Partido Popular con cerca o por encima de 200 escaños, y un PSOE superando en poco los 100, y es sin duda esta segunda parte la que abre perspectivas más interesantes para el análisis.

Acabamos una campaña que desde mi perspectiva (muy mediatizada por otra parte por mi implicación con IU), nos deja una imagen del PSOE absolutamente desastrosa. Frente a las nuevas vueltas de tuerca que medio anuncia medio esconde el PP, he visto tan solo a una IU muy combativa, motivada y activa, y un partido socialista arrastrando excusas, paseando apolillados dirigentes y proponiendo tan solo una cierta moderación en la aplicación del mismo programa de ajustes de los populares. Hasta la tradicional apelación al voto util ha sonado en mi opinión más triste, desganada y derrotista que habitualmente. No puedo imaginarme qué es lo que podría dar algún tipo de motivación para que un votante socialista se acerque a las urnas mañana.

Así pues volvamos al día de mañana a las ocho de la noche. Es facil preveer lo que pasará en las siguientes horas y días después de la debacle. La asumpción de la derrota, las caras de circunstancias en los dirigentes en la previsible reunión del lunes en Ferraz. La puesta de disposición de su cargo por parte de Rubalcaba a la ejecutiva y su ratificación posterior, la convocatoria de un congreso extraordinario antes incluso de las elecciones andaluzas. Es también previsible los movimientos de Carmen Chacón, pasado el primer momento de duelo, postulándose  como alternativa a Rubalcaba. En realidad es bastante previsible porque hemos conocido otras derrotas electorales en todos los partidos, y sin embargo esta derrota electoral se me antoja diferente por varios motivos.

En primer lugar porque el PSOE da la impresión ahora mismo de ser un partido zombi. Guiado por un puro instinto electoral, carece de ideario creible tras el descrédito del socioliberalismo, y lo que es peor, no se vislumbra entre sus partidos hermanos europeos una guía o un programa que emular. Carece por tanto de ideas y propuestas creibles sobre la que cimentar su reconstrucción.

En segundo lugar desconocemos la existencia de ningún tipo de posturas críticas o alternativas en un partido que se convirtió hace tiempo en una maquinaria sin alma ni debate. Ni una voz se levantó para criticar las medidas que le han llevado a la debacle. La propia Carmen Chacón pretende basar su candidatura en el hecho de ser mujer, lo cual es una novedad en España para un grán partido. El problema es que a esta resulta imposible catalogarla políticamente, no sabemos lo que defiende y representa más allá de un catalanismo que tratará de ocultar y que solo le restará simpatías y posibilidades. Carece por tanto también de rostros que personifiquen el nuevo rumbo.

En tercer lugar, no solo es esta crisis del partido más profunda y más grave que las anteriores, sino que le llega en un contexto político muy poco adecuado. El PP no llegará al poder como en el 95 tras una victoria mínima, sino que lo hace con una mayoría absoluta. Y se lanzará con absoluta violencia a imponer un programa de máximos. A esta situación de máxima necesidad se enfrenta el partido indefenso, sin discursos, con lideres interinos y sin credibilidad. En un momento crítico, el mundo no va a esperar al PSOE, y cuanto más tarde en recomponerse, más trabajo le costará intentar volver a ser visto como una alternativa válida.

En cuarto lugar, no parece que la oposición al PP vaya esta vez a protagonizarse en el parlamento. La poca o mucha resistencia que se ofrezca al brutal programa de recortes y desmantelamiento de derechos y libertades se va a cimentar en las calles. Y cuesta imaginarse al PSOE protagonizando ninguna movilización sociala corto plazo, como demuestra su falta de visibilidad en las manifestaciónes contra el recorte educativo que ha puesto en marcha el PP.

Así están me temo las cosas. Un partido que como antes indicaba se me antoja como un zombi, un muerto viviente sostenido sobre un monton de intereses por partes de unos cuadros que se han beneficiado de los réditos que dan el control de las distintas administraciones. Sin ideario, sin fé y sin respuestas más allá de la búsqueda de victorias electorales, el futuro se presenta incierto lo que no deja de resultar más interesante que la lamentable historia reciente de uno de los polos del bipartidismo español.


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