lunes, agosto 03, 2009

El latrocinio de los grandes inversores financieros.

Aunque soy un lego en la materia, me he convertido en un seguidor de Zero Hedge, una página especializada en comentar la situación de los mercados financieros. Entre la maraña de acrónimos indescifrables para los que no somos del mundillo, uno puede ir destilando interesantes fuentes de información.

Hoy la página de Zero Hedge incluye una recopilación de artículos al respecto de comportamientos cuestionables por parte de grandes firmas de inversión aprovechando las mismas debilidades de control que llevaron al desastre financiero de los CDC. Para quien lea en Inglés estos artículos son esclarecedores

Al respecto de las llamadas HFT (transacciones de alta frecuencia)

Paul Krugman - Rewarding bad actors
Rise of HTE machines
Countering High-Frequency Trading
Tradeanator 2: Settlement Day

Para quien no domine el Inglés, las HFT son transacciones emitidas a velocidad de miles por segundo en paquetes pequeños que se cancelan inmediatamente. Se busca determinar el precio mínimo de venta y máximo de compra de inversores normales, de forma que una vez averiguado se intermedia entre compra y venta ganando una cantidad muy pequeña por transacción en periodos muy cortos y sin correr riesgo. La proximidad física de sus ordenadores con los de la bolsa americana permite mayor rapidez lo que da una ventaja clave en cuanto al tiempo necesario para reaccionar. A efectos prácticos estos grandes inversores como Goldman Sachs aplican un impuesto al resto de inversores y obtienen enormes beneficios.

Esto es aún más sorprendente. Se trata de cómo las firmas de inversión ganan dinero a costa del soporte de la Reserva Federal

Wall Street profits from trades with the FED

Básicamente la Reserva Federal está interviniendo para evitar que la bolsa caiga, y de ello se aprovechan los grandes inversores para ganar dinero a su costa. Copiado literalmente del artículo en cuestión en palabras de un miembro del congreso:
“No puedes rescatar al sistema crediticio sin que alguna gente se beneficie de ello”

En resumidas cuentas, tal como indica Paul Krugman en su artículo, las mismas compañías que llevaron al sistema financiero al desastre y que han sobrevivido tan solo gracias al soporte directo o indirecto de los fondos públicos, se aprestan a volver por sus fueros expoliando al contribuyente y a los pequeños inversores para obtener beneficios inmensos en un momento de colapso económico.

Todo esto me recuerda a la fábula del escorpión que le pide a la rana que le salve de una crecida de agua bajo el argumento de que sería estúpido por su parte picarle pues se ahogarían los dos. La rana queda convencida, pero en mitad del agua el escorpión le pica. Antes de ahogarse ambos, el escorpión le argumenta a la rana que el auténtico culpable es ella, puesto que por su parte él no ha podido evitar seguir su instinto, mientras que la rana tenía la opción de ayudarle o no.

Está en el instinto de los grandes inversores expoliar a todos en busca de su beneficio. Si hay un culpable de sus reiteradas malas prácticas no es otro que quien les evitó ahogarse cuando deberían.