lunes, marzo 31, 2008

Las equidistancias y los puntos medios

Por definir a lo que me refiero, utilizamos equidistancia en el debate social de forma más o menos peyorativa para definir las posiciones que ante un conflicto o problema deciden situarse en un punto medio entre las posturas enfrentadas. Equidistancia es no tomar partido, algo que sin ser intrinsecamente malo, resulta reprobable cuando esta falta de posicionamiento ocurre ante una injusticia, porque nadie parece estar de acuerdo con ser equidistante entre un violador y la persona violada o entre un maltratador y su víctima.

Cuando hablamos de equidistancia en el debate político español, es facil que nos venga a la cabeza el problema del terrorismo y las reprobables (en mi opinión) posturas tomadas al respecto por los portavoces del nacionalismo. Ante una agresión, lo más que se les ocurre es lavarse en mayor o menor medida las manos, advirtiendo de la existencia de un conflicto en el que ninguna de las dos partes tienen razón. Es la equidistancia entre el verdugo y la víctima que a tantos no cegados por el velo de la estupidez nacionalista nos resulta inconcebible, pero que cientos de miles de personas parecen comprender y compartir.

Sin embargo muchos de los que critican esos posicionamientos no dejan ser adoradores de la equidistancia en otros ámbitos. Recientemente moría en Madrid un joven calificado de "antifascista" en una rellerta con otros jóvenes miembros de grupos xenófobos. Ante mi incredulidad, pude oír como muchos despachaban el asunto criticando a los grupos violentos sean del signo que sean, olvidando de forma sospechosa que mientras los unos dedican su tiempo libre a patear indigentes e inmigrantes por las calles, los otros pretenden oponerse (por medios posiblemente reprobables) a los que protagonizan esas canalladas, en un entorno que a muchos nos parece de bastante impunidad. El chaval que murío apuñalado lo hizo por defender ideas que son loables y altruistas, y aunque solo sea por ello, merecería el respeto de que no le comparen con sus repugnantes verdugos. Igual equidistancia insoportable y acrítica encuentro entre los que les parecen iguales los dos bandos en conflicto en nuestra guerra civil sin darle importancia al hecho de que unos defendían a un gobierno democráticamente elegido y otros eran simplemente unos golpistas. No es cuestión de santificar ni al antifascista, ni de justificar todo lo que se hizo durante la República, pero de ahí a colocarse en la equidistancia hay un dificil salto que muchos parecen dar sin problemas, pero que por mi parte resulta un abismo insalvable.

Sin llevar el tema a esos extremos, goza el centrismo de una, a mi parecer, bastante injustificada y acrítica buena prensa. Y me resulta sorprendente, porque parece como si este no fuera un posicionamiento político más, cuyas virtudes y defectos deberían buscarse en el análisis de sus propuestas, sino que parece que obtuvieran un plus de bondad geométrica que los medios loan sin mayor argumentación y que la opinión pública asume como siempre sin mayores consideraciones. Mira el "centrista" al "extremista" con la superioridad del que está de vuelta de todo, cuando posiblemente demuestre simplemente que digiere con mayor facilidad los lugares comunes que, por raciones empachosas, se nos sirven cada día por medios de comunicación de dudosa ecuanimidad y sospechosas intenciones.

Yo particularmente ya podeis imaginaros que no soy amigo ni de centrismos, ni sobre todo de moderaciones. Defiendo aquello en lo que creo con toda la vehemencia que puedo, y me considero extremadamente ateo, libertario, tolerante y defensor de las igualdades de todos. No me resultan loables las tibiezas ante los problemas, el no poner toda la carne en el asador ante las injusticias, ni como dice el título de mi blog, el conformarse ante lo que es manifiestamente mejorable. Sin duda alguna soy un extremista, un radical.

No me hago ilusiones, si algún día recibiera algún tipo de castigo por mi condición díscola (dificil, porque poco daño puedo hacer para hacerme merecedor de esas atenciones por parte de nadie) , no faltaría gente que advertirían que los extremos no llevan a nada bueno.

jueves, marzo 27, 2008

Mis admirables compañeros de Ciudadanos

Andamos estos días en Ciudadanos con el ánimo un poco alicaido por unos resultados electorales tan lejanos a lo que esperábamos. Algun compañero mira hacia la orilla de UPD donde intuyen unas condiciones ambientales más templadas dentro del Congreso que fuera. Al final tanto orgullo de nuestra implicación en la política y de pertenecer a un partido diferente, y en el primer tropezón electoral Ciudadanos ya no nos parece tan bonito, porque ya no nos parece tan reluciente, nuevo y victorioso. Cosas de la vida.

Yo lo entiendo, que conste. Aún ando perplejo como todos analizando porqués y buscando soluciones. Pero el caso es que mientras yo ando aún un poco acarajado, leo en el foro del partido mensajes de gente como Daniel Perales (por citar a alguien a quien aprecio http://daniel-perales.blogspot.com/) que se mueven con renovada energía por seguir defendiendo aquello en lo que creen. Y que quereis que os diga, yo a los deshojadores de margaritas, a los que perdeis interés y a los que dudais o a los que os vais os comprendo, como comprendo a los del voto util, a los abstencionistas o a los desinteresados por la política. Nada que reprocharos, pero...

... a Dani y la gente como él les admiro y seguirá siendo un honor compartir el partido con ellos en el futuro.

domingo, marzo 23, 2008

¿Es realmente la inflación el impuesto más injusto?

Os pongo un caso de un español medio, asalariado y con una hipoteca que se come un 35% de su renta y que no tiene capacidad de ahorro. En este caso una inflación del 5% supondría un aumento de gasto de 3,25%. A igualdad de tipos de interés, dependiendo de como de buena sea su cláusula de revisión salarial ganará o perderá renta al final del año. En función de las estadísticas la mayoría de los asalariados con hipoteca salen ganando.

Si yo soy un rentista en un entorno estable (si le he prestado a alguien dinero a largo plazo), unas altas tasas de inflación implican una renta real menor y un menor valor de mis activos. El rentado gana cuando el rentista pierde, es obvio, y la inflación no juega igual para todos.

Yo puedo aceptar la lucha contra la inflación como correcta en la medida en que afecte al crecimiento económico y la distribución más justa de la renta. Si lo convierto en el único objetivo de la economía habré tomado el medio por el fin, tal como nuestro poco popular Banco Central Europeo deifende en función del mandato recibido.

En la economía, como conclusión, hay demasiada ideologia vendida como verdades absolutas. Os aseguro que en mi caso celebro con alborozo las tasa de inflación elevadas.

jueves, marzo 20, 2008

El descaro del PP de Aguirre

Bueno, tras dos duras semanas de campaña con resultados menores de lo esperado y unos días de descanso hay que volver a la vida. En estos días he cogido el coche y me he ido al campito con la familia. Ayer de camino a la sierra escucho con asombro por la radio el nuevo ejemplo del descaro político con el que el PP de Madrid anda haciendo y deshaciendo a su antojo al calor de sus positivos resultados electorales.

Esta vez el tema se trata de la educación y la poco disimulada apuesta del PP por cepillarse la educación pública en Madrid. En El Álamo, un pueblo del suroeste de Madrid el alcalde del PP ha decidido vender un colégio público ya construido y a punto para inaugurarse para que se convierta en colegio concertado. Los argumentos son a cual más sorprendentes, inicialmente se habló de enjugar parte de la deuda del ayuntamiento, posteriormente escucho que el tema era satisfacer la demanda insatisfecha de colegios concertados. No merece la pena ni comentarlo.

El afán privatizador de mi vecina (su marido ý su familia poseen básicamente toda la comarca donde vivo) va in crescendo. No mucha gente sabe que recientemente se han ido inaugurando una serie de hospitales supuestamente públicos en Madrid y que son instalaciones privadas alquiladas a la Comunidad, mientras el gobierno regional saca pecho sin poner un duro pero hipotecándonos a todos durante decenios en los que tendremos que pagar con intereses y beneficios esas inversiones que hoy no hacemos (alguno se forrará a costa de la insensatez, estupidez o ¿corrupción? de nuestros gobernantes). Tampoco es ninguna novedad, para cuando estos apóstoles del liberalismo hayan desmantelado todos los servicios públicos y sus votantes salgan de su ensimismamiento andaremos como en Marbella, llorando por un desaguisado dificil de arreglar.

Cada victoria electoral de la ambiciosa Aguirre nos desyunamos con algún tema parecido. Hace un año la primera medida de esta tipeja fue asegurarse que los guardias forestales no pudieran controlar lo que los propietarios hacen en sus fincas, ahora se trata de privatizar hasta las escuelas. Que paren esta Comunidad que yo me apeo.