lunes, julio 12, 2010

Salarios altos, salarios bajos.

Las animaciones de RSA son simplemente brillantes y no puedo vencer la tentación de incluir esta (lamentablemente no hay versión en Español que yo sepa).


Como resumen, en la presentación se cuestiona que el beneficio económico sea el mejor motivador para obtener mayor productividad en el trabajo (en el momento en que este no sea puramente físico). Se demuestra en cambio que una vez que una persona tiene una retribución suficiente, las formas de que aumente su rendimiento laboral pasan por la autonomía para tomar sus propias decisiones, la mejora personal para perfeccionarse y el sentido de propósito en lo que se hace.

Para obtener más rendimiento de los trabajadores más especializados, las modernas teorías de recursos humanos (aplicadas por ejemplo en mi propia empresa) consideran muy seriamente estos estudios aplicando el principio de que un trabajador debe ganar lo suficiente para que el aspecto económico y sus problemas derivados no le desmotive. A partir de ahí se busca incentivar con entornos laborales cómodos, una visión clara de la carrera profesional y la identificación de los empleados con los objetivos de la empresa. Ante esto igual resulta fácil entender porqué las mayores productividades y las economías más avanzadas se ligan a los países del norte de Europa, con salarios altos y estados del bienestar que permiten a la gente trabajar en un entorno de seguridad.

Siendo todo lo anterior generalmente aceptado, nuestros líderes (que se llenan la boca de cambios de modelo productivo) defiendan con tanto empeño el desmantelamiento de los sistemas de bienestar, la bajada de salarios y la precarización laboral. El problema de la economía española no es que los salarios sean altos, sino que siendo tan bajos no se incentiva a las empresas para que sean más productivas, innovadoras y eficientes, sino todo lo contrario. De esta manera nos convertimos en una economía incapaz de competir con las más desarrolladas, abocándonos a competir con los países menos desarrollados por los salarios más bajos.

Pero como nos gobiernan sinvergüenzas, que no idiotas, a lo mejor el tema tiene algo que ver con el hecho de que las economías más avanzadas son también las más equitativas y donde forrarse requiere algo más que ser un parásito especulador.

sábado, julio 10, 2010

Las cosas importantes.


Una semana que nos trae asuntos importantes junto a otros que no lo son tanto.

Desde las instituciones europeas se nos hacía saber estos días que ya dan por descontado que las jubilaciones en España se retrasarán a los 67 años, pero que el objetivo es un poco más ambicioso. Definitivamente la gente de nuestra generación puede ya quitarse el peso de tener que hacer planes para el periodo que va desde los 65 a los 70 años.

Mientras tanto el gobierno ha decidido poner no ya la primera piedra, sino la segunda y la tercera también para entregar las cajas de ahorro a la banca privada. No es que haga falta tampoco, pero por si alguien pensara agitar a las masas al respecto, se han sacado un argumento directamente de los resultados de las encuestas del CIS que consideran a los políticos uno de los problemas más graves de España. No es que privaticen, es que eliminan el control de los políticos sobre las cajas. La clase política española demuestra un altruismo digno de elogio y se hacen el hara-kiri sonrientes y unánimes por nuestro bien. Ya me parece estar oyendo a Esperanza Aguirre declarar ufana como va a seguir limitando el control político de la educación, la sanidad y el transporte.

Pero me he desviado, quería hablar de las cosas importantes, y este es sin duda un fin de semana clave de movilización, protesta y exaltación.

Este sábado la izquierda catalana dirá por fin basta. Su paciencia ante la dirección que ha tomado la política nacional se ha acabado. Ha llegado la hora de movilizar a los trabajadores y salir masivamente a la calle a protestar ante el atropello que supone para la igualdad y la justicia social.... los recortes al Estatut. ¡Hasta aquí podíamos llegar! ¡Se va a enterar la derecha de que de ellos no se ríe nadie! Y no me cabe ninguna duda que se enterarán, dado que astutamente marcharán codo con codo con ellos. ¡Menudos estúpidos! ¡Menuda confusión y empanada mental! ¡Los muy lerdos no se han dado cuenta que con su actitud están ayudando al advenimiento del socialismo y la caída del capitalismo! Con unos líderes políticos como estos podemos respirar tranquilos.

Y hablando de cosas importantes, nada eclipsará al momento en que la nación española abrace su glorioso destino y emule a los tercios para imponerse en el mundial de futbol a nuestros rivales holandeses. Las calles se llenarán de banderas rojigualdas y la gente se abrazará enarbolando orgullosa su españolismo mientras nuestros monarcas felicitarán con orgullo de padres a aquellos de sus súbditos que han llevado al país a su cita con la historia. Es tanto el sentimiento que me embarga que tengo que reprimir unas enaltecidas lágrimas.

Menos mal que pese a los intentos por distraernos con asuntos menores finalmente prospera el sentido común, se impone la razón, se hace paso lo importante y los unos y los otros podemos acurrucarnos en los brazos de nuestra madre patria, ora oprimida, ora triunfal, pero siempre (valga la redundancia) eterna.

jueves, julio 08, 2010

martes, julio 06, 2010

Dibujando la crisis

Para los que entiendan Inglés. Aunque no diga nada especialmente nuevo, la presentación vale la pena.

lunes, julio 05, 2010

Controlados

De vuelta a casa por la noche. Dado que no me he moderado con la bebida es Julia la que conduce, lo que me da al mando de la radio del coche. Los pequeños tienen cada uno su canción favorita de Jorge Drexler y me la piden, Rodrigo se decanta por "Todo se transforma", Guillermo pide la "Milonga del Moro Judío", menos conocida pero fantástica. Cuando acaban Alberto me secunda y ponemos un poco de los Beatles, llegamos a casa cantando todos a coro (más o menos) "Yesterday".

No soy demasiado aficionado a la música, en mi coche suena siempre en la radio, las noticias o deportes. Cuando me decido por música está claro que me he quedado desfasado, y mi mujer me acusa con razón de que soy un carroza. Mi juventud fueron los 80 y no me he molestado en ponerme al día. Sin embargo cuando escucho alguno de los clásicos de los 60 o 70 siempre me imagino unos años dorados de gente haciendo música bajo producción de compañías discográficas independientes. Seguro que es un cliché idealizado. De la misma manera ahora solo veo multinacionales produciendo música, entre mediocre e insoportable, preparada y dirigida por asesores de mercado que lo mismo sirven para prefabricar un éxito musical que para vender un detergente. O para dirigir una campaña política. Hay siempre excepciones como el propio Jorge Drexler, la pequeña concesión a las minorías que nos hace creer que aún hay espacio para algo diferente. Igual que en política de nuevo.

Mientra oigo como instrumentación de fondo en una canción de los Beatles el sonido de las panderetas, no puedo menos que pensar que algo fué decididamente muy mal desde aquellos años. El mismo proceso que impuso las multinacionales discográficas en la música, arrasó con las utopías y nos devolvió un boom del consumismo del que ahora quizás por las malas acabemos saliendo. Los señores del marketing dirigen a las poblaciones con científica mano de hierro.

Hace poco encontré en internet una conferencia a la que igual ya me he referido en este blog. El conferenciante exponía de forma muy convincente como el problema no es ya que seamos irracionales en nuestra toma de decisiones; el problema es que nuestra irracionalidad es perfectamente predecible, lo que nos hace fácilmente susceptibles al engaño. Es una realidad turbadora, y es que existen especialistas del comportamiento que nos conocen mejor de lo que nos conocemos nosotros mismos, y de esta forma nos controlan como un rebaño manso.

No se si estamos preparados para plantar cara desde la razón que nos asiste ante un dominio mediático que nos dirige hasta el subconsciente y que se asegura de canalizar hacia el desencanto y la frustración a los descontentos que deberían oponérseles. Y sin embargo el camino se mantiene abierto por parte de unos pocos para ayudar a quien quiera plantearse y dudar de las verdades con las que tratan de someternos. Gente crítica que nadando a contra corriente intentan enseñar el camino a quien quiere salirse del rumbo, con la esperanza quizás de que el elaborado sistema de control en el que la sociedad se encuentra inmersa ofrezca una rendija de debilidad que ahora mismo cuesta vislumbrar.

Ayer por la tarde preguntaban en la televisión a unos chicos en unas fiestas populares del sur de Madrid el nombre de la presidenta de la Comunidad. No queréis saber el resultado.