sábado, noviembre 20, 2010

Evitando conflictos

Llegó el Papa y fué tratado como lo que no es y como no se merece ni él ni la iglesia católica. Tras la vergonzosa concesión del gobierno traicionando una vez más a sus votantes renunciando a sus promesas de laicidad, este sujeto se despachó a gusto respecto a la falta de sensibilidad religiosa de España y los españoles.

Lleva Marruecos pisoteando el derecho internacional y los derechos de los saharauis 35 años. A las políticas apaciguadoras de los distintos gobiernos de España responde el régimen autoritario marroquí con represión creciente, expulsión de la prensa española y amenazas diversas.

Los sindicatos mayoritarios españoles mantienen un impresionante record de transigencia y paz social. Despolitizados y burocratizados, toda una generación de españoles han crecido en su vida laboral sin saber lo que es una huelga mientras sus derechos se ven erosionados día tras día. En Junio la celebrada paz social recibió  la respuesta (una vez más) de un decretazo, ante la aparente estupefacción de los representantes de los trabajadores y la indisimulada satisfacción del presunto delincuente que representa a los empresarios.

Tiene el conflicto muy mala prensa en nuestra sociedad. Se celebra el diálogo y la negociación, se fomentan las palabras suaves y las buenas maneras y se nos adormece en un discurso de comprensión, paciencia y maneras amigables. Pero debajo de esa apariencia color pastel existe un mundo de luchas crueles y sin cuartel con víctimas reales que ven sus vidas destruidas.

Detrás de las concesiones monetarias y legislativas a los bancos existen decenas de miles de dramas. Familias que han perdido el producto de años de esfuerzos y sacrificios a manos de los mismos bancos rescatados con ayuda de nuestros impuestos, con el recochineo de quedar endeudados de por vida por la compra de un bien que ya no tienen y que compraron a unos precios de estafa. Una estafa que solo fue posible con la cooperación de nuestras conniventes autoridades. Se nos quiere convencer que son estas víctimas producto de una catástrofe natural, sin mencionar que el dinero no se ha perdido, simplemente ha pasado a manos de los estafadores y sus cómplices.

La reforma laboral recientemente aprobada tiene ya sus primeras víctimas. Trabajadores como los de la multinacional francesa Thales que pronto podrán entender plenamente lo que esta suponía en términos de rebaja en su indemnización por despido (hasta un 72%). Algunos de ellos se convertirán en damnificados dobles cuando el inexorable vencimiento de cuotas de sus hipotecas les incluya también en el grupo de los expropiados.

Los saharauis sufren una brutal represión mientras nuestros gobernantes piensan en términos monetarios antes de farfullar excusas. Estos días claman muchos de ellos por la vuelta a la lucha armada, algo que recibirá la oposición de la mismos medios de comunicación que han sido humillados por el régimen marroquí.

Podemos seguir engañándonos pensando que todo son buenas palabras, concesiones y educados modales. De ello se benefician y seguirán beneficiándose aquellos que están dispuestos a llevar la tensión más allá que nosotros. Y algún día seremos nosotros las víctimas; lo que nos brindará la oportunidad tardía de darnos cuenta de cuales fueron nuestros errores.