domingo, noviembre 30, 2014

IU frente a los nuevos tiempos. Negación - Resistencia - Aceptación - Compromiso.


Ha sido un tiempo muy activo desde las Elecciones Europeas y el sorprendente resultado electoral que dio a PODEMOS su 8% de votos, muy cerca del nuestro. Ha sido, al menos para mi, un tiempo muy activo e interesante, causa entre otras de que haya mantenido el blog un poco abandonado. Comparto mi propia experiencia que no es más que una historia más de las que seguro se dan dentro de Izquierda Unida en toda España.

Por esas coincidencias que tiene la vida, mi empresa me enroló en junio en un par de días de formación dedicados a la gestión del cambio. Estos cursillos no suelen entusiasmarme, pero de vez en cuando encuentras alguna cosa interesante que llevarte contigo. De este curso en concreto me quedé con la parte dedicada a los ciclos emocionales por los que suele pasar la gente cuando se enfrenta ante un cambio que le saca de su zona de confort. Es bastante conocido y generalmente aceptado, y creo que explica bastante bien lo que IU y sus afiliados hemos venido experimentando últimamente.


La noche de las elecciones europeas el cambio nos llegó de golpe a la gente de IU. Desde entonces, está claro que los compañeros de la organización estamos pasando por las fases emocionales del cambio a ritmos diferentes. Esta diferente reacción. tiene una clara explicación, y es que mientras el cambio representa una amenaza para todos aquellos que se encontraban en la zona de confort en la situación anterior, se nos presenta como una oportunidad para aquellos que no estábamos conformes con ella.

Según estas teoríaa, estas son las actitudes habituales de la gente en fase de negación. Sospecho que os sonarán familiares:

  • Esperar, no tomar iniciativas
  • Actuar como si nada pasara
  • Culpar a fuerzas externas o a otros por las dificultades
  • Cuestionar la información que sostiene o avala el cambio

(información obtenida de la página  http://www.amof.com.pe/docs/LA-CURVA-DEL-CAMBIO-1.pdf )

Como pertenezco al grupo de los disconformes habituales, mientras el día 25 de mayo la organización se enganchaba oficialmente a la fase de negación (ejemplo es la evaluación positiva del "gran resultado electoral") yo me adentraba en mi particular fase de exploración. Supongo que lo hicimos muchos de nosotros, porque la militancia de IU está hecha de gente que no espera precisamente a que le den instrucciones para actuar (esa es la inmensa fuerza que nos ha permitido llegar hasta aquí). No habían pasado muchos días antes de que me hiciera asiduo a las reuniones del Círculo de PODEMOS de Guadalajara, en busca de averiguar qué cabía esperar de esa gente y que oportunidades se podían encontrar. Siguiendo con la teoría al respecto, diría que algunos pasamos de cabeza en la fase de exploración, en la que las actitudes que predominan son:

  • Búsqueda de información y respuestas a preguntas.
  • Resolución de problemas/ Generación de ideas.
  • Toma de riesgos e intento de nuevas cosas.

Durante este verano-otoño, he participado en la creación del Círculo de PODEMOS en mi zona, siempre identificándome como afiliado de IU que está dispuesto a colaborar con ellos (siempre me autocalifico como inflitrado). Al final he sido uno de los miembros más activos, implicándome más de lo que inicialmente preveía. Me convertí casi sin querer en su tesorero, puse en marcha un pequeño sistema de financiación, organizando colectas en las reuniones y montando la venta de merchandising. Fui elegido moderador de sus grupos de Whatsapp lo que me sirvió para frenar un poco a los camorristas profesionales (entre ellos, alguno de los enemigos acérrimos de IU que no estaban muy contentos con la tendencia general y creciente del grupo a buscar la convergencia).

He compartido con la gente de PODEMOS toda la información de como están las cosas en el municipio, una forma también de poner en valor el trabajo realizado por nosotros. En mi intento de acercar posiciones, invité a compañeros de PODEMOS a una reunión informativa de IU al respecto a la gestión económica municipal. He querido que se den cuenta que no somos un grupo de burócratas corruptos y apoltronados, sino gente de la calle solidarios y generosos, que lucha por mejorar la sociedad. Todo esto lo he hecho a nivel individual, dado que el resto del exiguo grupo de compañeros locales no parecían estar muy por la labor de reaccionar, y lo he hecho sin ir haciendo cálculos de si estaba ayudando a un potencial enemigo electoral

Creo que mi objetivo se ha cumplido, y he contribuido a disminuir el inicial nivel de desconfianza de la mayoría de  la gente local de PODEMOS hacia la confluencia con IU, En el camino ellos ellos han creado una estructura local paralela a la nuestra que creo que será fundamental de cara al futuro de todos  y con la que deberíamos poder colaborar pronto, duplicando nuestras limitadas fuerzas.

Mientras todo esto ocurría en mi pequeño entorno, las encuestas electorales que menguaban nuestros apoyos y engordaban a PODEMOS, forzaban a la organización de IU a superar la fase de negación, y moverse hacia a la fase de resistencia. A ver si os cuadra:

  • Preguntan “¿Por qué?” y “¿Qué nos pasará?”
  • Muestran enojo hacia la situación
  • Menosprecian/Desacreditan o dudan de las decisiones orientadas al cambio
  • Se quejan
  • Consideran que el trabajo o el cambio es imposible.
  • Se niegan a acompañar el cambio, o se tornan pasivos.

No todos en la organización están, como decía, en el mismo punto. El hecho de que se haya nombrado a Alberto Garzón como líder para los próximos tiempos implica que la mayoría está también ya en la fase de exploración. Pero hay a la vez un núcleo duro, que parece encabezado por la oligarquía burocrática de Madrid, que han tratado de montar una resistencia numantina. Otros como Cayo Lara parecen estar igualmente a la contra, si bien con unas maneras mucho más sanas como corresponde a alguien que ha demostrado una enorme lealtad a su organización. En Madrid se está dando hoy la "madre de todas las batallas" a este respecto.

Lo malo de que todo esto nos esté llevando tanto tiempo, es que el mundo no nos espera. La falta de estrategia de IU, bloqueada por la negación/resistencia de algunos, nos ha hecho perder oportunidades de influir en los cambios que se han gestado en los últimos meses, de forma que estos se orientaran a nuestros objetivos. Sin estrategia clara hacia los GANEMOS, y sin querer ser conscientes de que nuestro papel ya no es el que era, las iniciativas que se montaron durante el verano tienen pinta de languidecer en muchos lugares. Salvo que reaccionemos inmediatamente, nos vamos a ver en las municipales enfrentados entre listas promovidas por IU y listas promovidas por PODEMOS. Un desastre para IU, pero sobre todo una oportunidad perdida para derrumbar los pilares del sistema. Que conste que no quito responsabilidad por el lado de PODEMOS, donde muchos parecen estar navegando entre una inicial invitación a la confluencia, y la avaricia que surge de pensar en que no necesitan repartirse el botín electoral que ya les dan las encuestas. Al menos en su caso, la estrategia parece lógica desde el egoísmo cortoplacista, mientras que nosotros no jugamos el suicidio político.

Mientras en las altas esferas todo se empantana, me encuentro con la satisfacción de que mi estrategia personal sigue dando sus frutos en mi municipio. Hace unos días promoví la primera reunión conjunta PODEMOS-IU en la que se limaron algunas desconfianzas, se expresaron algunas frustraciones y se empezó a hablar de ir juntos a las municipales. En nuestro caso, el sector mayoritario de PODEMOS parece claramente por la labor, y lo están de forma generosa, reconociendo la labor que llevan haciendo nuestros concejales en los últimos años, y sin vetos ni reparos en admitir que el protagonismo en las listas lo pueda tener gente de IU, si así se decide en primarias. Admito que aún tengo trabajo que hacer con los compañeros de IU para que entren de lleno en una apuesta que estoy convencido que nos daría incluso mayoría absoluta en el municipio. Los primeros contactos que ya estamos tanteando con gente ajena pero con cierto tirón tienen muy buena pinta. La actual ilusión y arrastre de PODEMOS, combinada con el reconocimiento a la buena labor de oposición municipal de IU, nos abre unas expectativas inmensas. Creo que a estas alturas he entrando de lleno en la fase de compromiso.

  • Comienza cuando se elige aceptar el cambio como nueva norma.
  • La gente trabaja con eficacia dentro del ambiente modificado.
  • Se recobra la productividad y la sensación de logro y crecimiento.
  • Se empieza a tener confianza en poder ser exitosos en el nuevo entorno.

Lo malo de todo esto es que no voy a poder seguir si IU no decide apostar de lleno por evolucionar. Sin el permiso explícito de la organización, y aunque convenza a los compañeros, no podremos dar nuestro apoyo oficial, público y explícito de IU a un eventual GANEMOS (que va a tener que ser si o si una agrupación de electores). Si la confluencia no se produce, se que IU sola no podrá cuestionar la eterna supremacía local del PP (eso lo sabemos todos), y la única posibilidad es que PODEMOS monte su propia lista para ampliar la base de votantes. Además de que será una estrategia poco ilusionante que lastrará las posibilidades de acabar con el caciquismo local, creo que vamos hacia el fracaso electoral frente a esta nueva lista y eso puede acabar con IU a nivel municipal. El dilema de mi municipio me temo que sea la tesitura ante la que se enfrenta IU en todo el territorio.

Mas vale que hagamos algo pronto, porque el futuro se nos escapa de las manos. Algunos creo que ya hemos hecho los deberes, pero no se si la organización hará demasiado poco y llegará demasiado tarde. Lo que ocurra esta tarde en Madrid puede ser la última oportunidad, pero los mensajes claros y las acciones tienen que empezar mañana mismo.

viernes, noviembre 28, 2014

Los 8.000


Pasado mañana es el día. Nuestra segunda oportunidad en IU Madrid, y quizás la última para Izquierda Unida en general. La vieja burocracia se ha visto forzada a entrar en un proceso de primarias que nunca quisieron. Primarias abiertas a simpatizantes.

"primarias"

"abiertas"


Me los imagino semanas atrás contando simpatizantes registrados como quien cuenta desgracias. Mil, dos mil, tres mil, cuatro mil, cinco mil, seis mil, siete mil, ocho mil... Me imagino las crecientes caras de alarma de los muñidores de censos, los controladores del aparato, los gestores del desastre y el desprestigio pasados y presente, los colegas de Moral Santín, los administradores de los embargos por parte de hacienda. Me los imagino reunidos el día después de cerrarse el registro,  rumiando estrategias. No los conozco, pero se me antojan simbólicamente como un grupo plomizo, gris,, marmoleo y ajado, tristes representantes de un triste pasado que se niega a aceptar que su tiempo se ha acabado.

No creo que ninguno haya siquiera bromeado planteando la posibilidad de que esas mil, dos mil, tres mil, cuatro mil, cinco mil, seis mil, siete mil, ocho mil personas que se han molestado en seguir el intrincado procedimiento montado para las primarias, lo hayan hecho para defender su causa. Su jugada no es, no ha sido nunca la de crear esperanza y encauzar entusiasmos, sino la de movilizar el miedo de los de dentro a lo que viene del exterior, alimentarse del desconocimiento, el conservadurismo, y en los últimos meses, del resentimiento ante la llegada de lo nuevo. Ellos se mueven como pez en el agua entre los pactos y las componendas, regateando puestos en listas y movilizando favores pasados e insinuando prebendas futuras. Trabajan hacia dentro y todo lo que venga del mundo exterior resulta una amenaza en su entorno controlado, estancado e inmutable. Siempre le tuvieron miedo a consultar a los militantes, demasiados y demasiado incontrolable para asegurar el resultado, y ahora las cifras del descontrol se llenan con mil, dos mil, tres mil, cuatro mil, cinco mil, seis mil, siete mil y hasta ocho mil personas del mundo exterior. Un modesto éxito de convocatoria para Izquierda Unida, una negra amenaza para su poder.

Fantaseo mientras escribo, y como en un clásico de la literatura de miedo me imagino que esos ocho mil se les aparecen como fantasmas que les miran mudos y silenciosos, esperando a que suenen las doce campanadas del próximo domingo para transmitir su mensaje. Vienen a pedir cuentas, son los desencantados, los que no aguantaron más, los que tiraron la toalla mientras impotentes veían como cuanto más crecía el poder de unos, más menguaban las fuerzas de todos. Esos ocho mil son el fantasma de las navidades pasadas que vienen a recordarles a algunos su trayectoria, sus errores, sus componendas y su falta de generosidad. Esos ocho mil son el cambio que ellos llevan años negando, son el futuro al que ellos saben que ya no pertenecen. Son su punto y final.

Pero esta gente no lleva decenios controlando todo lo que ocurre en IU Madrid a base de rendirse sin luchar. Saben que la derrota en esta batalla es la derrota definitiva, y van a sacar todo lo que llevan dentro para exorcizar a esos miles de fantasmas. Cuestionar censos, clamar contra los infiltrados, tratar de convocar al grupo contra el enemigo exterior, marcarlos primero, segregarles después en sus urnas separadas (en su aterrorizada ceguera no son capaces ni de ver el negro simbolismo de sus actos) para intentar dejarles mudos después, invalidando su voz para convertir su derrota en victoria. Victoria agónica, manchada, sucia e indigna, pero nuestros tristes burócratas no aspiran más que a las migajas de seguir en sus cargos y quizás ocupar un silloncito público en alguna institución tras unas elecciones en las que puedan ofrecerse como instrumento para apuntalar el poder de otros. No tienen prestigio ni reputación que defender, así que no tienen nada que perder.

Y por si no es suficiente, dejan para el final su jugada maestra. Los sospechosos señalados tratarán de arrojar un manto de sospecha sobre quien ha osado ponerse a la cabeza del enfrentamiento contra ellos. Como en una burlesca parodia de las tácticas con las que la oligarquía española intenta embarrar la política nacional, ellos también intentan sumarse a una campaña de difamación, y no tienen reparo para ello en caminan codo con codo con los nauseabundos representantes mediáticos de esa misma oligarquía. Y mientras saborean lo que ellos creen una táctica brillante, no se dan cuenta del asco que nos produce su falta de ética y de lealtad hacia la institución que llevan parasitando tanto tiempo y a la que no dudan en dañar con tal de mantener el control sobre ella. Como un maltratador desesperado, la prefieren muerta que en manos de otro, un símil que no se me ha venido a la cabeza a mí solo.

Dentro de poco más de un día llegará la hora de que hablemos. Hablarán los miles de afiliados, muchos amarrados por el conservadurismo y el miedo, acudirán a cerrar filas a la llamada de los viejos dirigentes. Pero allí estarán también, claro, los guerrilleros de la resistencia interna, esos que no se han rendido ni abandonado durante el largo invierno de los burócratas. Y junto a ellos muchos otros que poco a poco han ido perdiendo la venda que tenían ante los ojos cuando el olor a aguas estancadas se ha hecho ya imposible de ocultar.

Es una batalla más de una guerra que se mantiene hace mucho tiempo, pero esta vez no estaremos solos. Porque esta vez tenemos a mil, dos mil, tres mil, cuatro mil, cinco mil, seis mil, siete mil y hasta ocho mil amigos que han decidido que ellos también tienen un mensaje que transmitir. Y lo siento Gregorio, lo siento Angel, lo siento Miguel, lo siento Jose Antonio, lo siento Raquel, la cosa no pinta bien, porque son demasiadas voces y creo que van a gritar demasiado fuerte para que consigáis acallarlas. Yo estoy deseando que llegue el lunes... ¿y vosotros?

domingo, noviembre 09, 2014

Escarbando en el CIS. PODEMOS e IU en sus encrucijadas.


Resulta casi innecesario reiterarnos en los datos de intención declarada de voto, simpatía y estimación que nos ha presentado el CIS esta semana. Las conclusiones más evidentes ya se han discutido de sobra, con un tripartidismo que sustituye al clásico bipartidismo, y con IU y UPyD que se van encontrando paulatinamente sin sitio.

En lo que está también todo el mundo de acuerdo es en que la situación es inestable. PODEMOS, el elemento que ha sembrado el caos en el orden electoral previo, anda entre las convulsiones e indefiniciones de su fundación. Sus apoyos pueden evaporarse o asentarse según vayan clarificando posturas políticas y mensajes, y las posibles coaliciones están pendientes de hacer o deshacer. De ambos elementos (junto con elementos de fondo incontrolables como la cascada de corrupciones y la evolución de la crisis económica) depende la evolución futura de lo que ahora son solo tendencias.

Dado que las cartas están en realidad en las manos de PODEMOS, tengo la esperanza que nuestros estimados Doctores en Ciencias Políticas sepan analizar muy bien la mucha información que el avance de resultados del barómetro nos permite ya extraer. Por si sirve de ayuda, aquí aporto algo de análisis de ese que me gusta hacer cuando aparece algún datos.

Empiezo por como se reparte la tarta ideológica por partidos. ¿A que piensa votar la gente que se califica a si mismo en el eje Izquierda-Derecha?


Se me ocurren varias reflexiones, empezando por el hecho de que al contrario de lo que se dice, el principal granero de votos no se encuentra en el centro, sino en la izquierda moderada. Es evidente además que puestos a tratar al electorado como un mercado, resulta complicado ganar cuota en el disputado voto del centro. Si PODEMOS fuera mi marca, no se si arriesgaría demasiado mis 111 votos de "Extrema Izquierda" con el objeto de intentar rascar algo del disputado voto del centro.

Podemos ir más allá, y ver en qué franjas del electorado avanza o retrocede cada partido desde el CIS de Julio.


Es evidente que PODEMOS se come al electorado moderado de IU, que aguanta más firmemente en la gente más izquierdista. Es llamativa también la recuperación del PSOE, nada menos que un 35% más de IDV. Es cierto por último que PODEMOS avanza entre el electorado de centro, pero aún así tres veces menos de lo que avanza entre la izquierda.

¿Y como queda por tanto el reparto de la tarta electoral entre los partidos?


Pues como vemos, la posición de privilegio de PODEMOS como fuerza con mayor intención de voto no deja de cimentarse en una posición de dominio claro en el electorado de extrema izquierda, y su disputa en igualdad con el PSOE en el electorado de izquierda moderada. Esta situación se refleja también en el perfil ideológico de los votantes de cada partido.


En conclusión, aunque los dirigentes de PODEMOS hagan marca a base de intentar no posicionar a su partido, en realidad su perfil de votante se encuentra bien definido como izquierdista, en un punto entre el del votante del PSOE y el de IU. Tampoco parece que el número de personas que no se posiciona abunde más entre los votantes de PODEMOS que en los demás partidos, en realidad es al contrario. Llamativo también como la pérdida de votantes de izquierda moderada por parte de IU le lleva a mover su posicionamiento medio sensiblemente a la izquierda.

Sabemos pues que por mucho discurso innovador, por mucho posicionarse en el centro del tablero, por mucho no hablar de izquierdas ni de de derechas, el electorado del que se nutre PODEMOS es similar al del PSOE, aunque algo más escorado a la izquierda.

La última cuestión por comprobar es si, con independencia de como se posicionen los votantes, el partido PODEMOS puede estar basando su éxito en haber conseguido que la gente le vea como un partido que escapa a la lógica tradicional de izquierda-derecha. Para mi que no demasiado, en base a como posiciona la gente a los partidos según la encuesta.


Aunque es verdad que PODEMOS tiene un porcentaje mayor de gente que no les posiciona frente a otros partidos. dicho porcentaje no es tan superior al de la propia IU, y está claramente por debajo de la cifra de UPyD o Ciudadanos. De hecho, el número de gente incapaz de posicionar a PODEMOS ha bajado 6 puntos desde Mayo. Entre los que si posicionan a PODEMOS, la mayoría les coloca en la extrema izquierda, más a la izquierda que la propia IU.

Sacados los datos, resumo las conclusiones, las mías al menos:


  • PODEMOS basa su discurso en dos elementos: la renuncia a posicionarse en el eje izquierda-derecha, y la regeneración democrática. Aunque es evidente que la táctica funciona, nada parece indicar que sea el discurso transversal el responsable de tal éxito, sino que es la percepción de que traen una regeneración democrática imprescindible.
  • Una segunda conclusión, triste para los que somos de IU. Si lo que espanta a los votantes no es votar a un partido que identifican claramente con la izquierda, no cabe culpar a nadie más que a nosotros mismos y nuestra incapacidad para regenerar a IU, de haber sido incapaces de hacer lo que ahora hace PODEMOS.
  • IU está al borde de ser extraparlamentario, pero que ello no ocurra puede depender de que haga una revolución interna que le permita recuperar credibilidad. Sospecho que el discurso exageradamente transversal de la cúpula de PODEMOS puede llevar a mucha gente a encontrar en una IU diferente una oferta electoral mucho más sólida ideológicamente que el propio PODEMOS.


Para cuando salgan los datos completos, ya me encargaré de añadir alguna gota más a mi análisis.






domingo, septiembre 28, 2014

¿Debe converger PODEMOS? (A la luz de los datos del CIS)


Por fin tengo los datos completos de la encuesta del CIS de julio. Una encuesta que resulta muy interesante porque refleja ya el nuevo panorama político después de la irrupción de PODEMOS tras las elecciones Europeas, irrupción que ha dejado obsoletas todas las encuestas anteriores.

Como bien sabe quien lee este blog, durante los últimos tres meses, he colaborado activamente en la puesta en marcha del Círculo de PODEMOS en mi zona, y lo he hecho porque soy un convencido de la utilidad de la nueva formación para poner finalmente patas arriba el sistema político español. Dentro del Círculo trabajo con el indisimulado objetivo de tender puentes entre ellos e Izquierda Unida de cara a una futura convergencia, postura que cuenta con el apoyo de buena parte de sus miembros, pero también con la oposición de otra parte. Esa diversidad de posturas entiendo que es común dentro de PODEMOS.

Por mi experiencia diría que, entre esa gente que no quiere convergencia, abundan sobre todo los que lo hacen en base a un mero cálculo electoralista. Existen fuertes temores de que la integración de PODEMOS junto a IU en un frente común pueda truncar el crecimiento de una organización que insiste mucho en no hablar de izquierdas o derechas. Los datos de la encuesta del CIS nos permiten analizar el perfil del potencial votante de PODEMOS para ver hasta qué punto esta preocupación es fundada.

Empecemos por comparar esta última encuesta con la de hace un año, cuando PODEMOS no existía. Veamos primero cual ha sido la evolución tanto en la intención declarada de voto, como en la simpatía, y finalmente la combinación de ambas, que es en mi opinión el indicador más adecuado para anticipar los resultados electorales.


Antes de hablar incluso de la evolución de las encuestas, quiero destacar como la simpatía hacia PODEMOS está por debajo de su intención de voto, lo contrario a lo que le ocurre al resto de los partidos, y muy especialmente al PSOE, partido al que casi un tercio de sus simpatizantes no piensan votar. El hecho de que PODEMOS capta mucho más voto que simpatía se confirma en la siguiente tabla.


De estos datos podemos hacer una primera deducción, y es que PODEMOS parece estar posicionándose como voto útil. Este no es un tema menor, porque indica que las expectativas de que este partido lidere el cambio político estimula de forma importante su apoyo electoral. El mantener durante los próximos meses la ola de esperanza generada hasta ahora parece muy importante para que a su vez se mantengan las altas expectativas electorales alcanzadas.

Siguiendo con nuestro análisis, si comparamos la encuesta de este año con la del año pasado constatamos que, tras la irrupción de PODEMOS, se produce una importante reducción en el voto estimado de todo el resto de partidos (menor en el caso del PP). Los datos del CIS nos permiten acudir al recuerdo de voto en las elecciones de 2011 que expresaron los propios encuestados, para de esta forma aproximar mejor de donde vienen los votantes esperados tanto de PODEMOS, como del resto de formaciones.


De esta tabla sacamos pues una segunda conclusión, y es que el granero de votantes de PODEMOS no es tan transversal como algunos creen, y sale fundamentalmente de los electores de partidos de izquierda, de los abstencionistas y de los nuevos votantes. Esta conclusión se confirma cuando observamos la distribución de la intención de voto según el posicionamiento que el encuestado se asigna a si mismo en la escala ideológica tradicional de izquierda y derecha.


Por más que sea contradictorio con ese mensaje que evita posicionar al partido como izquierdista, los previsibles votantes de PODEMOS no tienen ningún problema en posicionarse a ellos mismo como tales. Se constata además que este partido es en la actualidad la opción mayoritaria entre los encuestados de extrema izquierda y la segunda entre los de la izquierda más moderada. Sin embargo son solo la cuarta opción entre los votantes de centro, y son marginales entre los de derechas. El posicionamiento medio del votante de PODEMOS le situaría claramente a la izquierda, a medio camino entre Izquierda Unida y el PSOE. Es llamativo que entre la gente que no quiso posicionarse, el porcentaje de gente que optaría por el PSOE es claramente superior al que lo haría por PODEMOS.

No quiero dejar de llamar la atención sobre el estudio post-electoral que el propio CIS realizó respecto a las pasadas elecciones europeas (link). Entre el cuestionario de este estudio se incluía una pregunta específica a aquellos que tuvieron dudas a la hora de votar, 30,10% de los cuales eran gente que dudaron entre PODEMOS y otras opciones. El desglose deja claro de nuevo como hay pocas posibilidades de que este partido avance electoralmente en el espacio de la derecha.


En ese estudio se preguntó a la gente la posición ideológica que creían que tenía PODEMOS, y los propios votantes de este partido (90% de ellos) no tuvieron problema en hacerlo claramente a la izquierda (2,86 de media), más a la izquierda incluso de lo que situaban a IU (2,93 de media).

Resumamos por tanto y planteemos algunos interrogantes:
  • Los votantes de PODEMOS lo son en una buena parte como opción de voto útil, lo que debería hacer reflexionar a quienes defienden excluir a la formación de un proceso de convergencia que puede ser fundamental para desalojar al PP y al PSOE del poder. ¿Seguirán esos posibles votantes viendo la utilidad de su voto a PODEMOS si este se niega a participar en un frente anti-bipartidista?
  • Contrariamente a lo que el propio PODEMOS hace, sus votantes no parecen tener mucho problema en posicionarse políticamente como personas de izquierdas. Aunque el discurso de los de arriba frente a los de abajo sea brillante para remarcar el hecho de que uno puede decirse de izquierdas y ser de la casta (dirigentes del PSOE). ¿Conviene realmente intentar estirar el argumento para buscar en la ambigüedad una mayor base electoral? ¿No se corre el riesgo de perder a los votantes de izquierdas intentando arañar algún votante despistado de centro o centro-derecha?
  • Aunque algunos se empeñen en creer lo contrario, PODEMOS se identifica claramente como una opción de izquierdas, y con esa imagen ha conseguido posicionarse como una alternativa al bipartidismo. ¿Es realmente una buena idea para crecer el intentar cambiar la imagen del partido?
Aunque estos datos me vengan fenomenal para argumentar con la gente que dentro de PODEMOS pretende a toda costa convertir al partido en un engendro apolitizado del tipo del Movimiento Cinco Estrellas italiano, lo que me gustaría es que estos datos los tuvieran bien claro quienes tan a la ligera opinan sobre lo que es la estrategia electoral que PODEMOS debe llevar en estos críticos meses.

domingo, septiembre 14, 2014

Acabar con ese PSOE para ampliar los límites de lo posible


Hace tiempo que no escribo, como bien me recordaba estos días un anónimo seguidor, preocupado por si mi silencio significaba mi paso a PODEMOS. No es tal el caso, pero admitía que estos días es difícil hablar de otra cosa en política española que no sea hablar de ellos, y no me gusta convertirme en monotemático. Trataré por tanto de cambiar de tercio, aunque sospecho que PODEMOS saldrá de alguno manera dentro de esta entrada.

Ayer, hablando con mi hijo sobre la situación política, la conversación nos llevó a un tema por debajo de lo puramente electoral, como es la "cultura política" que subyace por debajo. Hablo de cultura siguiendo esa definición como "conjunto de saberes, creencias y pautas de conducta de un grupo social", que no deja de ser otra definición de lo que podríamos llamar "ideología dominante".

Argumentaba yo en nuestra conversación, que en realidad existe un consenso muy amplio por parte de la población en casi todos los temas socio-económicos, y que es ese consenso lo que da estabilidad al sistema. Existe, nos guste o no, un gran consenso al respecto del capitalismo como el mejor, o al menos el menos malo de los métodos de producción. El principio de que una economía socialista está abocada al fracaso, debido a la tendencia de la gente a no esforzarse cuando le cubres sus necesidades, llega incluso al imaginario de buena parte de los votantes de IU. La competencia como motor del progreso, y el premiar al más capaz como única vía para que los miembros de la sociedad se esfuercen, son conceptos tan extendidos que apenas se cuestionan.

Por otro lado, está también socialmente extendido, incluso entre personas que se declaran de derechas, el principio de que hay ciertas necesidades básicas que toda persona tiene que tener cubiertas. Nos parecería indecente que un pobre muriera sin atención médica por el hecho de que no pueda pagarla, o pensar que hay gente que pueda sufrir de malnutrición, por más que pensemos que su situación de privación es culpa de sus propios errores.

Teniendo en cuenta estos parámetros, podríamos decir que la sociedad española es fundamentalmente socialdemócrata, con una pulsión a la protección social que explica las tensiones que está sufriendo el sistema cuando quienes lo dirigen tratan sobrepasar los límites de ese consenso social. La oligarquía que domina el país cuenta con todos los resortes del poder formal, pero se han encontrado con un fuerte rechazo social cuando han querido modificar las normas básicas que garantizan una sanidad igual para todos, o cuando se recorta en educación, o cuando se van desmantelando otros sistemas de protección social.

En este contexto, en el que aquello que la gente quiere choca contra lo que el poder desea, la única vía para imponer las medidas que se pretenden consiste en intentar convencer a la gente de que lo que desea resulta imposible. Para ello se utilizan recursos propagandísticos de todo tipo, siendo el tema estrella la supuesta necesidad de asegurar la sostenibilidad del sistema. A la gente que quiere más protección social y más estado del bienestar, se les tiene que convencer que lo que buscan es imposible, y que recortar es la única forma de garantizar que se mantiene algo. Es un burdo chantaje en el que a la gente se le da a elegir entre aceptar una pérdida parcial, o bien perderlo todo.

Evidentemente, convencer a la gente para que renuncie a sus deseos no resulta fácil, y es ahí donde el juego del bipartidismo se vuelve esencial, y el papel del PSOE resulta imprescindible para que la agenda de los poderosos pueda avanzar frente al deseo de las mayorías. Como en la táctica del "poli bueno" y el "poli malo", se presenta al PSOE como el defensor de la causa de lo social, el poli bueno que representa la visión del mundo más social y solidaria frente a un PP que defiende el ultraliberalismo. La imagen de división política en dos bandos capitaneados por las dos patas del bipartidismo es fomentada por disputas en temas accesorios para el poder como son la no-discriminación o incluso la política territorial.

Una vez que en el imaginario de la gente, se ha constituido al PSOE como el portavoz de la igualdad social, resulta fácil marcar el margen de lo que es posible y convencer a la gente de que sus deseos no lo son. Si en materias como los recortes sociales, la precarización laboral o la privatización de servicios, el propio supuesto defensor de la causa social pregona el mensaje de que son medidas inevitables, la mayoría social acaba aceptando resignada que sus deseos son imposibles. Es un proceso que inició el PSOE en los años 80, en el cual buena parte de la gente a optado por perder toda ilusión por una política que solo le da a elegir entre lo malo y lo peor.

Pese al aparente éxito de la fórmula, la incapacidad del poder para cambiar la ideología de la gente resulta patente, y cuanto más se avanza en el proceso de imponer la agenda ultraliberal, las tensiones se vuelven más evidentes. La decepción y demovilización política, y el continuo crecimiento de la abstención, son síntomas del problema que no podían pasar desapercibidos. Tras el paréntesis de la burbuja inmobiliaria, su estallido y la última vuelta de tuerca antisocial del PSOE de Zapatero, rompió la cuerda finalmente. Dicha ruptura se expresó públicamente por primera vez en forma de movilizaciones del !5 M, cuyo mensaje de fondo era mucho más peligroso para el sistema de lo que algunos quisieron ver. Bajo el "no nos representan", o el más explícito de "PSOE y PP, la misma mierda es", se presentaba una grieta peligrosísima en un pilar fundamental del sistema. La magnitud de la derrota del PSOE escondía un mensaje que algunos no quisieron ver, y es que el partido socialista estaba dejando de ser visto como una alternativa social, y se identificaba por parte de un sector creciente de la sociedad como la otra cara de una misma moneda.



Desde las elecciones, las encuestas empezaron a reflejar como el rechazo a la gestión política del PP dejó de acompañarse de la tradicional recuperación del PSOE, Dañado el bipartidismo, y si la credibilidad del PSOE no se recupera, los límites de lo que hasta ahora era considerado como realizable se difuminan, y las alternativas del poder para poder controlar las aspiraciones de la gente se complican. Nuevas alternativas políticas marcarán nuevos límites.

Una situación así no se da tan a menudo.

PD: Al final no he hablado de PODEMOS.

miércoles, agosto 13, 2014

Fábula con moraleja económica: Marhuenda contra el inaudito efecto multiplicador.


Erase que se era un país en el que una la coalición de rojos insensatos bajo el inaudito nombre de “Ganemos España” se hizo con el poder. El flamante nuevo ministro de economía, de apellido Garzón como un famoso juez, anuncia tras su nombramiento tan solo dos medidas económicas:


  • Crear un impuesto nuevo a un banquero llamado Emilio Botín por 50 EUR.
  • Y dedicar esos 50 EUR, junto con otros 50 más, a dar un subsidio a la señora Perez, madre soltera sin ingresos y que no tiene nada que dar a comer a sus dos churumbeles.

Ese mismo día, un periodista, pongamos que de nombre Marhuenda, se mesa los cabellos en la consabida tertulia de televisiva. Asiente elevando sus ojos al cielo mientras el economista neo-liberal de cabecera explica a los espectadores el desastre que estas insensatas medidas va a suponer. El aumento de impuestos es como un cáncer para la economía que destruirá el crecimiento, y para colmo de males, las medidas suponen aumentar el rampante déficit público, lo que sin duda nos acercará inexorablemente a la bancarrota. Se acaban de cometer dos pecados capitales contra la norma económica liberal, de cuyas consecuencias se arrepentirán los votantes que apoyaron a los anti-sistema de "Ganemos".

Mientras se apagan los ecos de la discusión, la economía se pone en marcha. El señor Botín, que andaba últimamente ahorrando para sacar pasta y hacerse con una Caja de Ahorrosen liquidación recién saneada por el estado, tendrá que apretarse el cinturón. Decide comprarse una corbata  Hermes menos (en realidad cada corbata Hermes vale 150 EUR, pero asumamos que andaban de rebajas). Afortunadamente para la economía del país del cuento, aunque este hecho hace que las cifras de consumo bajen, el PIB que desciende será sobre todo el del Francia que ve bajar sus exportaciones de corbatas. El estado pierde además una recaudación de 10 EUR del IVA correspondiente, aumentando aún más el déficit y confirmando los malos augurios del amojamado economista televisivo sobre los perversos efectos de la medida.

En paralelo, la señora Perez se va al colmado de la esquina y llena el carro de huevos, patatas, pan y filetes de pollo. Se cepilla los 100 EUR del subsidio como si no hubiera mañana. De lo gastado, 85 EUR los trinca el tendero y 15 van a parar a las arcas del estado en forma de IVA. El resumen de cómo ha afectado a la economía las populistas medidas de Garzón sería pues el siguiente.



Si miramos al déficit público, es cierto que ha aumentado, pero menos de lo esperado, puesto que la propia actividad económica ha generado nuevos impuestos. Por el lado del PIB, el nuevo impuesto redistributivo ha sido todo un éxito y el crecimiento producido es mucho mayor que el aumento del défict. Tendríamos pues una primera moraleja del cuento, y es que aunque le pese a Marhuenda, usar la política fiscal para quitarle dinero a quien se lo gasta en productos de importación (frecuentes entre los que más ricos), y dárselo a quien se lo gasta en productos locales (normal entre los más pobres), tiene un magnífico efecto para la actividad económica.

Sin embargo la cosa se podría resumir en un “ni pa ti ni pa mi”. La economía avanza pero a cambio el déficit está disparado, la típica irresponsabilidad de los rojos que llevará al país a la bancarrota…

Y ahí quedaría la cosa, queridos niños, si no existiera un fenómeno que en economía dan en llamar el “multiplicador”. ¿En qué consiste?

Si seguimos observando lo que ocurre en la economía, resulta que el tendero ha conseguido 85 euros que le vienen que ni pintados. Estaba pendiente de hacer unas chapucillas en casa y llama a un albañil puliéndose lo que acaba de ganar. El albañil, cuyo hijo es inspector de hacienda y que por tanto es cumplidor con los impuestos, emite una factura por 70 EUR más 15 de IVA, que van a parar a las arcas del estado. Con esta nueva transacción económica, producto indirecto de la irresponsabilidad del ministro Garzón, el cuadro del efecto de total de sus medidas quedaría como sigue.



La cosa luce mejor, el incremento del PIB es ya de 175 EUR, y se ha hecho a costa de un aumento del déficit de tan solo 30 EUR. Pero es que el nunca bien ponderado“multiplicador” es la leche, y la cosa no acaba aquí. El albañil celebra los ingresos de la chapuza invitando a un par de amigos a comer en el bar de la esquina. El del bar aprovecha las ganancias para arreglar el congelador que tiene estropeado, el del servicio de mantenimiento de congeladores se lo gasta en vino, y el bodeguero saca pasta para llenar el depósito del coche e irse con los niños a pasar el día en el campo. Como la gasolina se compra fuera del país, el dinero deja su economía, acabando aquí llega el efecto “multiplicador”, esa cadena de transacciones económicas generadas por la prestación entregada inicialmente a la familia Perez .

En resumen, este sería el efecto conjunto en la macroeconomía de las medidas del ministro Garzón, y todas las transacciones que la siguieron.



Si le presentáramos estos datos a Marhuenda, nos llamaría demagogos, porque lo ocurrido parece desafiar su limitada lógica. El déficit esperado de 50 EUR se ha convertido en un superávit de 15. Las exportaciones han bajado también en 15 EUR, y el Producto Interior Bruto ha subido nada menos que en 395 EUR.

Hablando en términos no económicos, Botín tiene una corbata menos, los Perez se han quitado el hambre, el tendero ha arreglado su casa, el albañil se ha dado un festín con los colegas, el del bar ha arreglado su congelador y el de las reparaciones se ha plimplado un par de riojas, y el bodeguero ha pasado un día estupendo con sus hijos. Desafortunadamente queridos amigos, de todos ellos solo Botín tiene la capacidad de condicionar lo que sale en los medios de comunicación y de pagar a “Marhuendas” para que convenzan a todo el mundo de lo desastroso que es subir impuestos a los banqueros, así como lo nefasto de vivir por encima de nuestras posibilidades quitando el hambre a la gente.

No sería descabellado pensar que el gobierno de “Ganemos” tenga fácil ganar el voto de la señora Pérez. Sin embargo, el tendero, el albañil, el dueño del bar, el del servicio de reparaciones y el de la bodega, autónomos emprendedores todos de pro, es muy posible que sean fácilmente convencidos para votar contra un gobierno que sube los impuestos a los empresarios como ellos, que al fin y al cabo son los que generan riqueza, para dar subsidios a los vagos.

Esto no es más que un ejemplo extremo de una realidad compleja, pero ejemplifica bien, como buena fábula que es, como las verdades tan lógicas que nos venden al respecto de la necesidad de “austeridad” y las bajadas de impuestos no se basan en hechos, sino que defienden simplemente los intereses de algunos. Curiosamente, dar la prestación a los Perez sería tildado por los medios del régimen como un despilfarro inasumible, mientras que subvencionar la compra de un coche que se fabrica en la mayor parte de los componentes y en la mayor parte de los modelos en países extranjeros, sería celebrado como una manera inyectar dinero para reactivar economía.

Otra moraleja: austeridad viene a ser quitar la comida a los hambrientos para que se compren coches los más ricos.

Y colorín colorado, este cuento, con varias moraleja se ha acabado. Si queréis leer la versión de Wikipedia de lo que es el “multiplicador”, podéis leerlo aquí

http://es.wikipedia.org/wiki/Efecto_multiplicador 

martes, julio 08, 2014

Resistencia al cambio dentro de IU


En los últimos días asistimos a un crecientemente acalorado debate dentro de IU al respecto de los cambios que hacen falta en la organización para afrontar las cruciales próximas citas electorales, debate en el que  las relaciones con PODEMOS constituyen un elemento central. Los primeros anuncios al respecto de cambios han creado fuertes respuestas internas por parte de gente relevante en la organización (Paco Frutos por poner un ejemplo), para los cuales el cambio de rumbo supone una amenaza para el proyecto político que todos defendemos. Vaya por delante mi respeto hacia gente como el propio Paco Frutos, un respeto que es compatible con un total desacuerdo hacia sus puntos de vista en este tema.

Se argumenta por parte de un sector que podríamos llamar “inmovilista” (sin ánimo de menosprecio alguno), y cuyas posturas en la cúpula de nuestra organización eran hasta hoy mayoritarias, que la trayectoria que parece tomar IU, abrazando algunos de los principios de los que ha hecho gala PODEMOS, sería un peligroso ejercicio de oportunismo político. Se lamentan que se abandone una trayectoria sólidamente consolidada durante largos años para aventurarse en caminos que rozarían el populismo, y que tal movimiento se haga como consecuencia de un resultado coyuntural cuya consolidación futura es incierta. Entiendo que existe preocupación de que el abandono de formas organizativas y cambio de lenguaje en busca de ampliar la base electoral (tal como PODEMOS ha hecho) suponga de facto el abandono del propio contenido político, en un proceso parecido al que llevó al Partido Comunista Italiano a convertirse en un partido socio-liberal más. No les falta razón a nuestros compañeros en cuanto a su desconfianza, porque no hace falta irse al PCI para encontrar ejemplos de “renovadores” surgidos en el entorno de IU cuyo acomodo final ha sido engrosar las filas de un PSOE en su versión más liberal. La tentación de dejarse ideología por el camino con el objeto de obtener poder es un riesgo siempre presente, y toda vigilancia al respecto es poca, especialmente cuando a los dirigentes parece atraerles irresistiblemente la posibilidad de obtener un sillón (incluso ministerial, ¿verdad Rosa Aguilar?), desde donde por fin tocar poder.

El problema de nuestros compañeros, es que su precaución les está convirtiendo en conservadores, y mantenernos inmóviles en el fracaso es tan peligroso como tomar una senda equivocada. Pretender mantenernos como puristas guardianes de las esencias (hablamos de lenguaje y organización, no de propuestas políticas), condena a IU a una marginalidad a la que parecemos habernos acostumbrado, mientras dejamos que sean otros los que protagonicen los cambios que nuestro sistema político necesita y que la gente ahora por fin pide. El miedo a que la operación PODEMOS acabe siendo la forma en que el poder prepara un PSOE versión II, que permita frenar a una Izquierda Unida que resulta mucho más amenazante, puede convertirse en una profecía auto-cumplida. Sin la implicación de los militantes de IU en el nuevo espacio político que se ha abierto en la izquierda, autoexcluyéndonos y posicionándonos como competidores, dejamos al entorno PODEMOS más susceptible de convertirse en una herramienta desideologizada y anti-política tipo Movimiento 5 Estrellas, o en ese nuevo PSOE que el sistema necesita, algo que por cierto dista mucho de las intenciones expresadas repetidamente por los fundadores del nuevo partido.

Parte fundamental del problema consiste en la reticencia de alguna gente en IU a entrar en el juego del marketing electoral, como si utilizar las herramientas a nuestra disposición para maximizar el resultado de las elecciones tuviera algo de poco ético. Resulta una postura quijotesca inexplicable, porque damos ventaja a nuestros enemigos políticos a los que dejamos que se aprovechen de técnicas que tienen una efectividad comprobada. Cuando algunos defendíamos que Marina Albiol debía haber sido nuestro cabeza de cartel en las europeas, por tener claro que el electorado espera una renovación generacional, dicho movimiento no suponía ninguna traición a ningún principio, tan solo buscar entre nuestras filas a la persona más adecuada para ejercer un papel concreto. Pablo Iglesias, Errejón y Monedero lo tenían muy claro, hablando un lenguaje que la gente entiende, ofreciendo un esquema organizativo que apela a la participación y alejándose de etiquetas para defender un contenido político que es en realidad similar al nuestro, tuvieron éxito donde nosotros siempre fracasamos. Debemos dar las gracias que con su iniciativa se hayan recuperado para la izquierda muchos votos que en nuestra cerrazón nosotros habíamos despreciado. Si el grupo de la Izquierda Europea tiene ahora 11 diputados españoles es en buena medida gracias a su acertado diagnóstico.

Me chocan las acusaciones que algunos en IU hacen a PODEMOS de ser una operación montada por la derecha, cuando los mensajes que yo he oído de boca de sus cabezas visibles resulta más nítidamente críticos con el sistema del que oigo habitualmente a alguno de nuestros líderes. Y algo tienen que estar haciendo bien cuando hablar de cosas como la nacionalización de sectores estratégicos suscita tantos apoyos cuando lo expresa Pablo Iglesias, como suspicacias cuando lo dice Cayo Lara. Debo además confesar que, puestos a desconfiar de intenciones ocultas, me fío más del compañero Pablo que de alguno de nuestros propios líderes.

Cuando surgió el 15-M, hubo sectores puristas dentro de IU que despreciaron un movimiento cuya orientación ideológica era cuando menos confusa. Afortunadamente hubo muchos de nuestros afiliados que tuvieron menos reticencias y participaron codo con codo con el resto de gente del movimiento, y creo que eso contribuyó positivamente a su evolución. Ahora que PODEMOS parece haber encontrado la forma de canalizar ese movimiento al servicio de un programa político equiparable al nuestro, algunos mantienen su escepticismo y reticencias. Si a estos compañeros los cambios que ahora se anuncian en nuestra organización les huele a la deriva que sufrió PCI, a otros su inmovilismo nos recuerda a la postura del Partido Comunista Griego, que en su dogmatismo puede ser un elemento fundamental para evitar que la Syriza rompa con el bipartidismo en su versión helénica.

Señores, llevamos años siguiendo en un rumbo que no nos ha llevado a ninguna parte. Entiendo vuestras reticencias, pero eso no puede ser excusa para negarse a intentar fórmulas nuevas que nos saquen del fracaso habitual, especialmente cuando las circunstancias nos ponen ante una oportunidad histórica. El inmovilismo en las posturas es incompatible con la cacareada confluencia que todos decimos defender. Si pensamos que dicha confluencia consiste en que todos se acomoden a nosotros y en seguir haciendo lo de siempre, acabaremos perjudicando a una IU que puede acabar en la irrelevancia, y lo que es peor, podemos acabar resultando un problema para la causa que defendemos.

Si vuestros temores se confirman y el nuevo rumbo nos hace derivar hacia un abandono de nuestros principios ideológicos, podéis contar conmigo para ponerme en frente a vuestro lado, pero mientras tanto no creo que sea tanto pedir que deis una oportunidad a nuevas estrategias antes de iniciar una oposición que puede acabar siendo una pura y humana resistencia al cambio.

domingo, julio 06, 2014

Efectos económicos y sociales de los planes de ajuste (no se vive solo de triunfantes expectativas me temo)


Han pasado cuatro años desde el inicio de los sucesivas tandas de recortes y reformas puestas en marcha por el gobierno del PSOE y el PP, y los efectos sobre nuestra economía son ya claramente visibles. El plan se basaba en "eliminar rigideces" del mercado laboral, o dicho en palabras más llanas, abaratar despidos y bajar salarios, de forma que nuestras empresas ganaran competitividad internacional (devaluación interna) en un entorno en que ya no se puede devaluar la moneda. Con costes laborales más bajos, la demanda externa tiraría de la economía, y se crearían los necesarios puestos de trabajo, entrando en una senda de recuperación ligada a las exportaciones (no ya a la construcción) y que debería ser sostenible en el tiempo. En paralelo, se pusieron en marcha medidas de recorte de gasto público y aumento de la imposición indirecta en busca del equilibrio presupuestario.

Según el gobierno, las medidas ya están dado sus frutos, y ya acumulamos un año de leve repunte laboral y tasas de crecimiento del PIB positivas, unido a una rebaja del déficit que nos ha permitido evitar el rescate. Tenemos datos que nos permiten evaluar si este triunfalismo está justificado, y atisbar si nos encaminamos como dicen hacia una recuperación económica y del empleo sostenidos.

Empecemos por confirmar el éxito de las reformas laborales de los gobiernos de Zapatero y Rajoy en su búsqueda de las rebajas salariales. Los datos indican que la resistencia tradicional en España a rebajar salarios se ha roto por fin y hemos acumulado tres años de descensos cercanos al 2%, descenso que se ha convertido en congelación en el último año.


El efecto de estas medidas en la creación de empleo resultan sin embargo poco alentador en su conjunto. En estos cuatro años hemos perdido más de un millón de afiliados a la SS, y aunque es cierto que se produce cierto repunte en el último año, los datos confirman que el paro registrado baja más por el desánimo y el abandono del mercado de parte de los trabajadores, que se sigue destruyendo empleo indefinido, y que los empleos creados en los últimos meses lo ha sido con contratos a tiempo parcial.


Este nuevo modelos de mercado laboral al que nos encaminamos, con salarios inferiores y en condiciones precarias, era el precio a pagar para recuperar la economía. ¿Estamos ya en esa senda? Pues si, y no, los datos son contradictorios.



  • El PIB crece por fin, si bien a tasas del 0,5% anual, hemos pasado de recesión a estancamiento.
  • El déficit exterior se ha convertido en superavit, si bien el último año la tendencia parece haberse frenado, lo que pone en duda si volveremos a caer en cifras negativas en cuanto la recuperación económica se produzca.
  • El consumo  se recuperan algo, aunque estamos aún lejos del punto de partida en 2010, como indican las cifras de matriculación de vehículos y los índices de producción industrial.

No parece pues que la luz al final del túnel sea muy luminosa, máxime cuando el entorno internacional que nos ha ayudado recientemente parece anunciar tormenta, tras haberse dedicado los gobiernos a re-hinchar todas las burbujas que estallaron en el 2007. Una nueva crisis financiera con efectos en el crecimiento global, que algunos vemos como inevitable, nos volvería a hundir cuando apenas parece que conseguimos respirar un poco.

Más claro resulta determinar quienes están ganando con el nuevo modelo económico. Pese a los casi 300 mil afiliados a la SS más en el último año, la masa salarial cobrada por los trabajadores sigue bajando producto del descenso en los sueldos. Los trabajadores hemos perdido un 17% de nuestras rentas desde que empezaron los ajustes, y la porción del PIB dedicada a salarios más de 4 puntos (un 10%), nos han subido los impuestos y nos han bajado las prestaciones sociales, lo que se dice "hacer un pan como unas tortas". Para los trabajadores, recuperación ninguna, pero para las rentas del capital esto está siendo un negocio redondo.


Evidentemente, este modelo tiene efectos devastadores en los índices de bienestar social que siguen deteriorándose.


Con gran parte del país que ve mermados sus ingresos, uno se pregunta en qué se basa la tímida recuperación del consumo. Pues como datos no faltan, estos dos nos dan una idea de por donde van los tiros.


Parece ser que la campaña de triunfalismo económico mediático que nos inunda ha conseguido que las expectativas de la población respecto al futuro económico mejoren. A falta de renta, se tira de ahorro, que se ha reducido a la mitad desde que empezaron las reformas, y que ha alcanzado tasas negativas por primera vez en el último trimestre. No es evidente que estemos mejor, pero si nos lo creemos, y en el camino estamos por la labor de romper un poco la hucha. No estoy convencido de que se pueda vivir de expectativas por más que se empeñe el gobierno y sus voceros, por lo que creo que estamos abocados a una dosis de realidad a corto plazo.

No puedo acabar el repaso a estos datos sin echar un vistazo al estado de las finanzas públicas, motivo esgrimido para los numerosos recortes en servicios sociales y las denostadas subidas de impuestos. A este respecto, los resultados no pueden ser más decepcionantes tras haber aumentado la deuda púbica en más de 30 puntos del PIB.


Si excluimos las ayudas a la banca, el déficit se ha reducido en poco más de una cuarta parte, y nada en el último año en el que la proximidad de las citas electorales parece haber frenado al gobierno en sus recortes. Resulta difícil de creer que, faltando más camino del que llevamos en el objetivo de rebaja de déficit fijado por la Unión Europea, pueda el gobierno cumplir sus desesperados anuncios de rebajas fiscales para el año que viene.

En resumidas cuentas, y para acabar este largo mensaje, concluyo con mis propias conclusiones a la luz de todos los datos.

  • Existe una leve recuperación económica ligada a un contexto internacional relativamente positivo (ejemplo sería el buen comportamiento del turismo), a una mejora de las expectativas de los consumidores, y a un receso en las políticas de recortes.
  • Dicha recuperación apenas se refleja en el empleo, que sustituye puestos fijos y a tiempo completo por empleos temporales y a tiempo parcial.
  • La mejora del déficit exterior ha sido evidente. Sin embargo dicha mejora parece titubear en cuanto la economía empieza a recuperarse, y está por ver que se llegue a consolidar.
  • Se está produciendo un ajuste en la distribución de la renta en contra de los trabajadores que ven sus salarios disminuir. Los indicadores de bienestar social siguen deteriorándose.
  • Las expectativas de los consumidores suben fuertemente, pero a falta de base sólida ni a nivel de contexto internacional ni a nivel de economía nacional, su efecto difícilmente perdurará.
En resumen, parece que hemos dejado de caer si bien a un precio de bienestar social brutal, mientras que las perspectivas a corto plazo distan de ser demasiado halagüeñas. Una vez más me viene a la cabeza la famosa frase de Groucho Marx.

"Partiendo de la nada y con nuestro sólo esfuerzo, hemos llegado a alcanzar las más altas cotas de miseria."


domingo, junio 22, 2014

¿Porqué no participar en PODEMOS?


Andamos todos en IU a vueltas con qué hacer con el fenómeno de PODEMOS. Nos reunimos y discutimos para analizar el nuevo panorama político sabiendo que algo importante está pasando, pero sin ponernos de acuerdo del todo en cuanto a lo que esto significa y como debemos reaccionar ante ello. No es solo el resultado electoral, sino que las encuestas más recientes parecen confirmar una propensión de una parte importante de la población a optar por el partido recién llegado, en detrimento fundamentalmente de PSOE e IU, pero también de pequeños partidos y de la abstención.

Entre los compañeros percibo una mezcla de malestar, desconfianza y esperanza. Malestar por una iniciativa que nos roba el espacio y trunca nuestras expectativas de crecimiento; desconfianza hacia un partido que comparte parte del mensaje anti-político de esos partidos populistas de derechas europeos; y esperanza por ver como por fin parece que las fuerzas que aspiran a un cambio de modelo político y económico pudieran tener a tiro al bi-partidismo. Después de haberme reunido con los compañeros a nivel provincial y a nivel local, y tras leer el informe al respecto de las elecciones preparado por el Consejo Político Federal, veo que de cara al futuro predomina una vocación mayoritaria de respeto hacia lo que hagan en PODEMOS, a la espera de una convergencia electoral futura que vemos como imprescindible y casi inevitable. Un sentarse a esperar lo que ocurre dentro de la nueva formación que a mí se me hace insuficiente ante la importancia del asunto.

Creo que estamos haciendo una interpretación de la situación parcialmente erronea. Como ya he dicho en este blog, yo no veo a PODEMOS como un partido con el que competir o colaborar, sino más bien como el resultado de una estrategia organizativa y de comunicación diferente a la nuestra que ha surgido de nuestro mismo entorno y con los mismos objetivos que nosotros defendemos. Pablo Iglesias y los suyos han acertado en el diagnóstico de porqué IU no conseguía llegar a ciertas capas del electorado, y ha encontrado la fórmula para atraerlas hacia nuestro lado de la batalla política, poniéndonos a tiro lo que llevamos años buscando. Seríamos estúpidos si no les ayudáramos a que esta fuerza que necesitamos tan imperiosamente se vuelva a difuminar, un peligro muy real dadas las grandes contradicciones de partida que tiene el nuevo partido.

En los próximos meses, PODEMOS pasará por periodos tremendamente turbulentos. Se enfrenta por una parte al reto de poner orden en un ideal asambleario que en mi opinión resulta inmanejable tal como está, pero sobre todo se enfrenta al problema de la llegada al movimiento de personas heterogeneas políticamente que no van a poder convivir en la misma iniciativa. Inevitablemente habrá una corriente que se imponga, la gente se decantará y parte de los que ahora participan se darán cuenta de que PODEMOS ya no les representa. Lo que salga puede seguir en la linea ideológica que plantearon sus fundadores, pero puede también alejarse hacia posturas menos críticas con las estructuras económicas existentes, y no cabe duda de que habrá un potente intento por parte de los medios del sistema para que sea esta segunda opción la que triunfe.

Si la iniciativa fracasa, mucha gente volverá al camino del desencanto o el voto útil, cerrando unas expectativas que hemos tardado décadas en encontrar. Si el posicionamiento ideológico evoluciona para desprenderse de los elementos más "anticapitalistas" y transformadores, la iniciativa quizás contribuya a forzar una cierta profundización en las estructuras democráticas, pero dejarán el sistema económico intacto en una fase en que el capitalismo nos va imponiendo sus aspectos más crueles. Un PODEMOS inofensivo sería una gran herramienta para taponar las grietas de credibilidad del bipartidismo sin poner en riesgo las estructuras de poder actual. Es por eso por lo que creo que sentarnos simplemente a mirar lo que ocurre resulta irresponsable y peligroso.

El proyecto de Pablo Iglesias debe verse por la gente de Izquierda Unida como una oportunidad inmensa. En sus Círculos se reúne gente cuyas decisiones nos van a influir significativamente, y de sus debates depende el futuro de toda la izquierda. Nuestra presencia en estas reuniones, nuestra participación en esos debates y nuestra colaboración con la gente que forma parte de estos grupos pueden resultar clave para que todo esto evolucione en una manera que no acabe constituyendo una oportunidad perdida. Se trataría de entrelazarnos a nivel de base, de forma que contribuyamos a que la formación no derive ideológicamente de forma peligrosa. Una presencia que debería ser no como IU, sino individual por parte de cada uno de nosotros, de igual a igual y con respeto a las normas que el proyecto de PODEMOS se ha dado. Algo parecido a lo que ya hemos hecho muchos de nosotros con nuestra participación en las mareas, plataformas sociales y resto de movimientos que han ido surgiendo desde el 15-M

La ventaja de la forma de funcionar de PODEMOS por medio de asambleas abiertas, es que nuestra participación abierta en ellas no traiciona sus reglas y puede ser compatibilizada con nuestra actividad y militancia en IU. Nos da acceso además a una audiencia con poca cultura política, abiertos a escuchar y ganas de participar, recién despertados del adormecimiento en que el sistema les ha mantenido durante décadas. Podemos hacer proselitismo, no de nuestras siglas (eso sería éticamente cuestionable y evidentemente mal recibido), pero si de nuestras ideas y propuestas, para que estas sean asumidas y se conviertan en el núcleo ideológico del nuevo partido, mientras creamos relaciones de confianza y camaradería con la gente que conforma los círculos de PODEMOS.

Yo ya lo estoy haciendo así, ayudando a la gente de mi área que están poniendo en marcha su propio Circulo PODEMOS y participando en sus asambleas, poniendo siempre por delante mi militancia activa en IU con el objeto de que nadie se llame a engaño. De momento me encuentro cómodo con gente que encuentro en su mayoría bastante afín ideológicamente, si bien son muy críticos con como funciona nuestra organización, crítica que de hecho en buena medida comparto. Se que muchos otros compañeros están actuando de forma similar.

Si lo hacemos bien solo tenemos cosas a ganar. Si PODEMOS mantuviera su pujanza actual y si entre todos conseguimos que mantenga la linea ideológica inicial, la confluencia electoral sería inevitable al encontrarse nuestras bases entrelazadas. Si fracasara, es muy posible que pudieramos evitar que el destino de muchos de los que ahora andan esperanzados y movilizados fuera simplemente el desencanto, y que pudieramos rescatar parte del impulso ahora creado para liderar la siguiente alternativa desde una Izquierda Unida que debe cambiar en el camino muchos de sus vicios organizativos.

Así pues, como buena parte del reducido (pero selecto :-) ) grupo de seguidores de este blog pertenecen al entorno de IU, os animo directamente a que sigáis nuestro ejemplo y hagáis algo más que sentaros a ver si hay suerte y de PODEMOS sale la acumulación de fuerzas necesaria para el cambio político y social. Hagamos lo que sea necesario para que esa posibilidad se convierta en un éxito real que todos podamos celebrar.

jueves, junio 12, 2014

PODEMOS como un terremoto electoral.


En los últimos días nos hemos encontrado con las primeras encuestas electorales posteriores a las elecciones europeas. No había que ser un profesional de la sociología para anticipar que PODEMOS iba a recoger en estas encuestas un importante porcentaje de votos efecto de la euforia tras su sorprendente éxito, y aún así, debo confesar que los resultados son tan espectaculares que me han pillado por sorpresa. Dejo aquí unas tablas para que cada cual haga su valoración.

En primer lugar, los resultados de las encuestas, tanto la intención de voto indicada por los encuestados, como los resultados finales estimados en función de esta intención expresada.


En ambas encuestas, la intención de voto declarada de una hipotética coalición de IU + Podemos superaría ya no al PSOE, sino también al PP. En cuanto a estimación de resultados, unque la cocina aplicada resulta inexplicable (multiplicando votos bipartidistas de forma incomprensible), una eventual coalición a la izquierda del PSOE estaría al borde del soñado sorpasso (según CELESTE-TEL), y podría incluso superar al PP (según El Periodico).

Si comparamos la intención directa de voto respecto a la última encuesta publicada por cada uno de los medios, se hace evidente como PODEMOS resta relativamente poco voto a IU, bastante más al PSOE, pero sobre todo parece estar consiguiendo por fin sacar de la abstención y del desencanto pasivo a bastante gente


Con estos datos en la mano, resulta difícil argumentar que PODEMOS divida el voto de la izquierda. Más bien parece que lo ha multiplicado, y ha abierto perspectivas que antes no teníamos.

No quiero dejar de destacar como, en la encuesta de El Periodico, Pablo se convierte en el lider más valorado del panorama político español, y con un grado de conocimiento superior al del propio Cayo Lara. Es una situación inédita que, nos guste o no, convierte en este momento al lider de PODEMOS en el candidato perfecto en un frente de izquierdas para unas eventuales elecciones generales.


Todo lo anterior nos debe hacer plantearnos muy seriamente el cómo debe IU responder a esta nueva situación. Creo que de dicha respuesta depende que en unos meses nos encontremos con un mapa político radicalmente distinto en nuestro país. Dice una amiga mía, que nuestra reacción ante el súbito éxito de PODEMOS se puede catalogar como de un ataque de celos. Aunque yo lo niego, creo que en el fondo tiene bastante razón, y que eso se refleja también en los comentarios de algunos compañeros en el Foro de IU. En realidad, esos celos estarían bastante justificados, considerando como el electorado al que pretendemos parece dar tan fácilmente la confianza a unos recién llegados, dándonos calabazas a pesar de todos nuestros esfuerzos y dedicación anterior. Sin embargo, y como le contesté a ella, creo que para nosotros, los afiliados de IU, el proyecto político que defendemos es demasiado importante para dejarnos llevar por algo tan irracional como esos celos. Debemos como siempre ponernos a trabajar y dejar de lamernos las heridas.

La irrupción de PODEMOS demuestra a las claras algo que debía haber sido ya evidente pero que la ejecutiva de IU se niega a ver. Basta un mero cambio de lenguaje y una promesa de nuevas formas políticas (incluido el manido tema de las primarias), todo ello al servicio de un programa idéntico, y cientos de miles de personas recuperan de repente la ilusión por votar. Pablo, Monedero y Errejón nos han dado, y sobre todo a nuestra ejecutiva, una pequeña lección política. A posteriori, creo que ha sido bueno el que no haya confluencia en unas mismas listas, porque creo que buena parte de la gente que ahora ha votado a PODEMOS, se hubiera quedado fuera si IU hubiera ido capitaneando una eventual coalición.

Debemos saber leer los mensajes, también los que no nos gustan, y es evidente que hay millones de personas dispuestas a dar el salto de una opción de izquierdas alternativa al PSOE, pero es inmensamente reticente a otorgar dicha confianza a nuestras siglas, y seguramente tampoco apoyarán una coalición electoral que se vea como una IU ampliada. Nos puede gustar o no, pero es algo que tenemos que aceptar de una vez y saber adaptarnos a ello.

¿Como? Yo tengo mi propia opinión, que dejo para la siguiente entrada.

miércoles, junio 04, 2014

Visitando una asamblea de "Podemos"


Pues sí, ayer me pasé por una asamblea de Podemos. Que conste que mi intención no era la de participar, sino conocer a la gente que la forma, su forma de trabajar y las cosas que defienden. La experiencia fue interesante y creo también interesante compartirla.

Antes de empezar, quiero que conste que mi deseo es que esta gente triunfe. En los últimos días nos hemos ilusionado todos sumando votos mentalmente  para desbancar al bipartidismo, y somos conscientes que todo cambiaría si podemos extrapolar los resultados del 25 de cara a las próximas citas electorales. La cuestión fundamental que me llevaba a la reunión era la de determinar hasta qué punto los recién llegados a las lides electorales pueden responder a las expectativas que se están generando, y como de posible será trabajar con ellos para constituir candidaturas conjuntas con Izquierda Unida. Con estas premisas, acompañé a Julia y un grupo de amigas a la asamblea de Guadalajara. Era su primera participación con “Podemos”, partido al que todas ellas votaron en las pasadas elecciones, e iban decididas a poner manos a la obra para generar su propio “circulo” en nuestra localidad

Para empezar, el número de gente presente no estuvo mal, unas 60 o 70 personas apretados en los sótanos de un bar. Los organizadores preguntaron cuanta gente acudía por primera vez y resultó que representaban un 70 u 80% del total. Por lo que se comentó, yo diría que si quitamos a la gente que anda recién llegada al calor del éxito electoral, el grupo activo no debe superar una o dos docenas. Concluyo, y no es una sorpresa, que el resultado electoral no ha obedecido precisamente a su capacidad de movilizar gente para trabajar en la campaña, sino que está ligado únicamente al tirón mediático del líder. Me hubiera gustado encontrarme con un batallón de activistas entusiastas, y me encuentro un pelotón de curiosos cuyo grado de implicación a largo plazo resulta difícil de determinar aún. No parece que, al menos antes del 25 y el éxito que supuso, Pablo y los suyos hubieran dado aún con la fórmula que movilice a la gente más allá del cómodo click en el ordenador. Confieso que es una pequeña decepción, pero es cierto que nos hará falta tiempo para ver cuáles son las fuerzas reales del nuevo movimiento-partido, una vez que el subidón se pase.

Otro aspecto que me preocupaba era cuál sería el perfil de gente presente. Temía que fuera demasiado heterogéneo y anti-político, del tipo de gente con la que acabaríamos chocando a la hora de plantearnos propuestas conjuntas o compartir listas. Algo de todo parecía haber, pero en general puedo decir que me quité parte de mi preocupación. Había un aroma a 15-M de lo más evidente, con algún despistado levantando las manos a modo de aplauso. Gente de un gran rango de edades (pocos realmente mayores), nada del predominio de chavales que hubiera podido esperarse, ni tampoco me parecía que el rollo de internet y redes sociales tuviera un enorme protagonismo. En general creo que predominaba la gente que está viviendo su primera experiencia de participación política, pero no me parece que haya demasiado equívoco en cuanto al carácter izquierdista de la iniciativa (etiquetas aparte). En el lenguaje, el aspecto y las maneras de los promotores del evento, se ve una orientación que espantará a los que se acerquen con las ideas confundidas y crean en populismos a lo Beppe Grillo. En este aspecto me voy con más tranquilidad de la que llegué.

Aclarados estos puntos, me centro en observar la dinámica de la reunión. Uno ya es viejo en las lides asamblearias y sé lo difícil que es conseguir de ellas una capacidad ejecutiva que las permita ser efectivas, por lo que me interesa ver cómo han resuelto Pablo y los suyos ese problema, como se consigue despejar el dilema y las contradicciones entre la efectividad y la participación horizontal y asamblearia. A ese respecto, confieso que no he podido menos que sentirme también defraudado. No es que el modelo de funcionamiento de “Podemos” no me haya gustado, sino que simplemente no me parece que exista aún. Estuvimos dos horas y media en una reunión en la que se dieron turnos de palabra a muchos de los asistentes y con un orden del día un poco indeterminado. Entre las aportaciones, algunas razonables y otras (la mayoría) simplemente gente expresando sus ideas más o menos genérales pero sin contenido demasiado práctico. Me quedó claro que las asambleas son abiertas y que las decisiones se toman solo si tienen un apoyo de un 80% de los presentes. A efectos prácticos, el único tema que se decidió es la creación de unas comisiones (renombradas posteriormente como “grupos de trabajo”) y coordinadas por algunos de los presentes (y alguno no presente). La propuesta que se acabó aprobando era la que traían los organizadores y las comisiones quedaron en manos de la gente que venían propuestas inicialmente.

No pude menos que constatar por tanto que, por mucho que se haya usado un método asambleario, acabamos con la propuesta de los líderes siendo aprobada. La dinámica de liderazgo de unos pocos más o menos organizados previamente, y el seguimiento a sus propuestas de una mayoría menos activa, es natural en todas las asambleas a las que he asistido, y esta no ha sido diferente. No veo nada nuevo ni revolucionario en la forma de actuar, y salgo a este respecto con la impresión de que para cuando hayan completado de organizarse, lo que salga puede ser un calco de la forma en que funcionan las asambleas de Izquierda Unida. No puedo menos que preguntarme si para este viaje hacían falta estas alforjas.

Antes de entrar en la reunión, andaba preguntándome porqué gente como las amigas que me acompañaban encontraban más atractivo participar en “Podemos” que hacerlo en IU (pese al tiempo que llevo intentando convencerlas). Al acabar la reunión seguía sin haber encontrado respuesta, y no pude evitar hacerles la pregunta directamente, para llegar a la conclusión de que el motivo es una combinación de los prejuicios adquiridos hacia IU y del atractivo que genera pertenecer a un movimiento que ahora se identifica con el éxito. Está claro que gusta más estar en el lado de los triunfadores.

El resumen de mi visita a mis vecinos de “Podemos” presenta por tanto, al menos para mí, más sombras que luces. Entre lo positivo, salir esperanzado de que cuando toque, no será excesivamente difícil confluir con ellos. Sin embargo tengo dudas de que pasada esta efervescencia inicial, consigan constituirse en una organización suficientemente fuerte como para  para no seguir dependiendo del puro tirón mediático como han hecho hasta ahora.

Solo el tiempo resolverá estas dudas, dejemosles que sigan su propia dinámica y ya nos iremos encontrando en las movilizaciones y las luchas cuando toque. Les sigo deseando todo el éxito del mundo, pero tengo claro que de momento les seguiré observando en la distancia.

jueves, mayo 29, 2014

"Podemos" llega donde IU no ha podido (pero aún no sabemos hacia donde va)


Ayer llegué a casa y me encontré a Julia en un acto de infidelidad. La pillé “in-fraganti” conspirando con algunos amigos (a los que yo infructuosamente había intentado enrolar en Izquierda Unida) para crear un círculo de Podemos en nuestro pueblo. Bromas aparte,  este hecho resume de forma simbólica casi todo lo que supone y puede llegar a suponer la irrupción de la iniciativa de Pablo Iglesias  en la vida política española, así como el shock que supone para los que formamos la vieja guardia de Izquierda Unida.

“Podemos” e Izquierda Unida

El domingo pasado, durante el recuento de las elecciones europeas en nuestro pueblo, la aparición de las primeras papeletas de Podemos fue recibida de forma contradictoria por parte de los apoderados de IU presentes. Un compañero se lamentaba que el esfuerzo de años trabajando en la política local fuera tan poco productivo comparado con el éxito de un partido sin implantación local y sin ninguna historia. Resulta un poco inevitable sentir un poco de despecho hacia el electorado por su ingratitud, pero no me llevó demasiado tiempo convencerles de que lo que estaba ocurriendo abría unas perspectivas muy favorables para el futuro. Cuando acabó el recuento habíamos salvado el orgullo superando a "Podemos" por unas décimas, y el humor había cambiado hacia la celebración por las primeras elecciones que yo recuerdo en que la izquierda cosecha un auténtico éxito.

Creo que los sentimientos en los afiliados de Izquierda Unida estos días están pasando de forma acelerada por estas fases de incredulidad-decepción-esperanza. Con el orgullo maltrecho por el relativo revolcón, y gracias en parte a la respetuosa postura que Pablo Iglesias y su entorno han mantenido hacia nuestra coalición antes y después de su éxito, la gente está adaptándose rápidamente a la nueva situación. El esfuerzo lleva siendo demasiado grande, demasiado tiempo, para nuestras reducidas fuerzas, y un poco de ayuda en nuestra lucha contra el bipartidismo neoliberal va a ser bienvenida. Si todo este asunto nos sirve sw paso para que nos espabilemos en IU en nuestra búsqueda por la prometida renovación y apertura, mejor que mejor.

¿Por qué ellos pueden donde nosotros no?

Se están haciendo muchos análisis al respecto de porqué Pablo ha conseguido por fin canalizar parte de esa energía social de descontento e indignación, triunfando donde Izquierda Unida no había tenido éxito. Se habla del impacto de la presencia mediática, de una buena campaña con presencia en las redes sociales y de la imagen gris de nuestro candidato, pero yo creo que los motivos fundamentales son otros.

Dicen los expertos en comunicación que la gente no compra productos por su utilidad, sino por cómo les hacen sentir. Las campañas de publicidad se orientan en los últimos tiempos a generar esas sensaciones positivas asociadas a los productos. Si "Podemos" e Izquierda Unida fueran dos productos de consumo y tratáramos de asociar sensaciones a cada marca, nos daríamos cuenta de la diferencia en el atractivo de cada una.

"Podemos" da imagen de novedad donde nosotros lucimos antiguos, juventud donde nosotros representamos como poco madurez (no pudimos elegir un candidato más ajustado a dicha imagen), es esperanza donde nosotros reflejamos décadas de derrotas, son las nuevas tendencias de la mano de las redes sociales donde nosotros somos el viejo mitin, es limpieza donde nosotros tenemos nuestras propias manchas de corrupción.  En la parte emocional nos ganan por goleada, y aunque a nuestro favor estaría la fiabilidad de lo conocido, y el prestigio de nuestra trayectoria, ambas cosas no están mal para atraer el voto de los carrozas, pero no es lo que demandan las nuevas generaciones que despiertan a la política de la mano de los mazazos de la crisis.

Existe otro aspecto importante y que puede tener un enorme impacto. Izquierda Unida es enemigo electoral tradicional del PSOE, y con millones de antiguos votantes abandonando un partido que les ha decepcionado, el voto a IU puede parecer una cierta traición personal, el reconocimiento de un error y una derrota. Para ese electorado “Podemos” puede resultar una opción mucho más asumible que pasar por el aro del antiguo rival. Además, no nos engañemos, el programa y toda la información que rodea a “Podemos” tiene un punto de no concreción que puede permitir que de momento satisfaga a un amplio espectro de votantes y con el que  cualquier socialdemócrata moderado puede confluir (tampoco es que el de IU apueste por la abolición de la propiedad privada de los medios de producción).

Entre unas cosas y otras, Pablo ha conseguido lo que parecía imposible. La misma gente que hace tres años no quería saber nada de la política, parece haber comprendido que sin presencia en las instituciones no va a ser tan fácil cambiar nada. Al modo en que las madres intentan meter las verduras en el menú de sus hijos a base de servirlas en puré, el modo de presentación de la candidatura que ha cocinado Pablo y su gente parece haber obrado el milagro de hacer de la política un menú atractivo para muchos.

¿Qué cabe esperar en adelante? Muchas oportunidades junto con un algún riesgo. 

Empecemos con lo positivo. Desde el 15-M se ha ido generando un enorme caudal de energía social que hasta ahora no había encontrado su cauce político. Esos millones de personas desencantadas e indignadas alimentaban los altos índices de abstención dejando una engañosa sensación de que nada estaba cambiando. “Podemos” puede estar convirtiéndose ya en la salida política que toda esa energía acumulada necesitaba, y si tal cosa ocurre, generará un tsunami político que puede arrasar en las próximas citas electorales.

Siguiendo con lo positivo, la hegemonía del PSOE en la izquierda está tocada, y el proceso que ahora abren dudo que sea percibido por la gente como algo más que un intento de re-engancharse a sus cuotas de poder amenazadas. “Podemos”, en caso de unirse en coalición con Izquierda Unida y otras fuerzas del entorno, representa no solo la posibilidad de cambiar un sistema que se considera corrupto y quemado, sino que puede ser visto como el caballo ganador que arrastre a los que busquen un voto útil para desplazar al PP. Si tal percepción se extendiera, la “PASOKización” del PSOE sería una posibilidad muy real. La medida del impacto lo van a dar las próximas encuestas, y debemos estar pendientes de cómo evolucione la intención de voto de la nueva formación, que puede disfrutar de un efecto de arrastre que aumente sus expectativas progresivamente (a costa de PSOE e IU).

En paralelo con la posible subida de intención de voto, sospecho que el ejemplo de Julia y mis amigos va a extenderse, y el número de activistas de “Podemos” puede crecer rápidamente. En materia social, hay pocas cosas más potentes y atractivas que una tendencia en alza, y la pertenencia a los círculos de “Podemos” puede acabar siendo algo digno de presumir frente al rechazo que provoca normalmente toda pertenencia a los viejos y apoltronados partidos tradicionales. A la gente le gusta formar parte de los fenómenos sociales, más aún cuando tienen aureola de moderno, y exitoso. Si además sirve para canalizar toda esa rabia acumulada, el coctel puede ser de lo más atractivo para esa gente que acaba de llegó al activismo de la mano del 15-M. Desde el punto de vista de los que desde Izquierda Unida andamos hace tiempo haciendo resistencia política precaria al todopoderoso bipartidismo, que llegue nueva gente que ayude va a ser una auténtica bendición. Hasta ahora, los intentos de IU de ampliar la base de militantes han sido bastante infructuosos, y la tarea es siempre agotadora.

Sin embargo, el camino de Podemos no será de color de rosa. Tras el empujón inicial, llegará el momento de la definición concreta, de las propuestas, las decisiones y los conflictos. A fecha de hoy, dudo que muchos de los entusiastas partidarios de “Podemos” se hayan leído su programa o tengan una visión clara de lo que el nuevo movimiento-partido representa.

Habrá decepciones, luchas por el poder y portazos de gente que sentirá que lo que se está haciendo no cuadra con lo que el partido debía de ser, tanto en lo relativo a su programa y propuestas como en la forma de funcionar. Una cosa es que te una el desencanto y la oposición a un enemigo común, y otra cosa es ponerse de acuerdo en cómo construir. Estoy convencido que no son todos los que ahora están, si bien es muy posible que acaben llegando otros muchos que en esta primera oleada no se tomaron “Podemos” como una opción seria.

A “Podemos” va a llegar todo tipo de frikis huérfanos de opción política, y en estos primeros tiempos, el experimento de los círculos abiertos se va a poner a prueba si no existen unas directivas mínimas que fijen el potencial rumbo errático que cada grupo puede tomar. Durante esta primera fase de decantación, el hecho incuestionable de que ahora mismo “Podemos” no es mucho más que el partido de Pablo, da una cierta tranquilidad al respecto de una posible deriva ideológica y programática demasiado indeseable. Seguramente la prueba de fuego llegará a la hora de determinar su apertura a alianzas con la propia IU (y dentro de ella los “comunistas”), lo que para muchos supondrá una línea roja que no querrán pasar.

Observar y ver qué pasa

Muchas incógnitas, algunas esperanzas y no pocas dudas. Nosotros, la gente de IU, llevamos mucho a nuestras espaldas como para no mantener un cierto grado de escepticismo ante iniciativas que pueden desplomarse tan rápido como suben. En Francia hubo hace algunos años un movimiento con ciertas similitudes (Nuevo Partido Anticapitalista) que no aguantó demasiado tiempo y se ha disuelto como un azucarillo. En Grecia, Syriza ha tenido un recorrido diferente, si bien es cierto que fue un movimiento creado alrededor de “Sinaspismos” equivalente a IU en el país heleno.

Dejemos que los recién llegados maduren en lo que será para muchos su primera experiencia política. Si el experimento fracasa o deriva hacia posiciones extrañas, nosotros seguiremos por nuestro camino, como hemos hecho hasta ahora. Si responde a las esperanzas que algunos están poniendo, contarán con mi apoyo y supongo que con el de toda nuestra organización, para formar un frente que acabe con el bipartidismo neoliberal y corrupto. Será sin duda interesante.