domingo, diciembre 26, 2010

Ideas nuevas de cara a un futuro distinto

Cerramos un año que ha sido en mi opinión un periodo de transición. Los brotes verdes (en los que muchos nunca creímos) se marchitaron, y perdido el miedo inicial el neoliberalismo vuelve con una dosis aumentada del venemo que nos ha enfermado en las últimas décadas. El futuro se avecina más desolador y conflictivo que nunca.

Todo está en crisis, lo que por otra parte, para los que llevamos toda la vida haciendo lo posible porque las cosas cambien, resulta una buena noticia. Hay crisis de los paradigmas que han creado un mundo crecientemente injusto, insostenible e inhumano; pero hay también crisis de las ideas dominantes en la izquierda que no han sido capaces de evitar que dichos paradigmas se extendieran y aceptaran.

Surgen por todas partes elementos, problemas e ideas nuevas que deberíamos tener en cuenta a la hora de levantar una nueva propuesta ideológica. De forma desordenada menciono algunos aspectos que me han llamado la atención en los últimos tiempos:
  • Economía del decrecimiento: El capitalismo se cimenta en un crecimient:o ilimitado, insostenible e irracional, mientras que las alternativas de izquierda siempre han defendido un equivalente más igualitario. Pero el mundo ya no da de si, ni hay recursos ni hay espacio ilimitado. No puede haber una alternativa económica y social creible en el futuro que no plantee una solución a este problema como elemento central, incluyendo la limitación del consumo de energía y bienes e incluso la limitación del crecimiento demográfico.
  • Objetivos de bienestar: Nos han engañado cuando nos han colocado el PIB como vara de medir del éxito de las políticas económicas, y ni lo hemos cuestionado. Debemos salir nosotros y hacer salir a la gente del engaño, reemplazándolo por la medición del bienestar como objetivo de nuestras políticas (ver entrada El PIB y el bienestar)
  • Descrédito del socialismo: No podemos construir el futuro sin antes aprender y aceptar los errores del pasado. El socialismo aplicado fracasó (o así se percibe), y debemos de aprender del fracaso desde la autocrítica sin mirar hacia otros lados. Sin enfretarnos a ese pasado no podemos avanzar por lo que debemos analizar en que se falló y como podemos evitar dicho fracaso en el futuro (muy recomendable este artículo que leía el otro día en Rebelión: Reflexión sobre la transición al Socialismo)
  • Modelo democrático: Que lo que tenemos no se parece en nada a una democracia está claro para todos, y sin embargo seguimos entrando en el juego y buscando los resultados electorales como objetivo político máximo. Necesitamos otra cosa como demuestra la creciente indiferencia y apatía que nos rodea, y en esa alternativa, la participación continua y la neutralización del poder.del dinero son elementos centrales. Necesitamos mucho más que un cambio de ley electoral.
  • Otro tipo de organización política: Si el descrédito del sistema político es grande, el de los partidos políticos como organización lo es más, y lamentablemente hay buenos motivos. Hay que crear organizaciones participativas con tomas de decisiones de abajo a arriba en lugar de dar poder a las burocracias internas. Organizaciones más abiertas y libres donde las adhesiones no tengan que ser inquebrantables inamovibles ni absolutas, que nos permintan trabajar unidos en objetivos comunes manteniendo nuestra individualidad idiológica (ver entrada Refundando la izquierda).
  • Nuevas formas de acción: En los útlimos tiempos proliferan propuestas de acciones que en muchos casos pueden resultar anecdóticas pero que no deberíamos dejar caer en saco roto. Las huelgas generales tal como se han aplicado en Francia, con foco en sectores clave cuyos trabajadores son apoyados por el sindicato para mantener su lucha, resulta una alternativa brillante a la huelga general clásica que los trabajadores no se pueden permitir. Hay propuestas de boicot de consumo, o de retirada de fondos de bancos, que inciden en la idea de reemplazar la lucha frontal por una especie de guerra de guerrillas que maximicen el efecto minimizando el coste. Las alternativas son casi ilimitadas y deberíamos explorarlas y utilizarlas.
  • Internet y los medios de comunicación: Si algo ha contribuido a convertir en dogma los pensamientos políticos neoliberales, esto ha sido el absoluto control de los medios de comunicación por parte de sus defensores. Este dominio absoluto de la información y como se ofrece se ha visto resquebrajado por la aparición de internet y sus inmensas posibilidades de comunicar y crear redes sociales. Tenemos una posibilidad inmejorable de crear canales que lleven mensajes diferentes a la gente, pero a la vez tenemos una necesidad absoluta de impedir que esta posibilidad se cierre mediante el control de la red por parte del poder establecido, y ya se está trabajando para ello.
Son solo algunos ejemplos de areas al respecto de las que se discute y se lanzan propuestas e ideas que deberíamos saber recoger. Las oportunidades son inmensas si somos capaces de hacer de todas las propuestas sueltas, una oferta política e ideológica coherente, que devuelva un objetivo a esa importante parte de la gente en las que convive (en la desilusión) el deseo de un cambio real, con el excepticismo ante lo que se les propone.

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