lunes, julio 11, 2011

Aires democráticos en el feudal mundo de la gestión empresarial

En días pasados mencionaba como tengo la impresión de que el mundo se mueve hacia estructuras sociales y organizaciones menos jerárquicas y más horizontales. Esta tendencia parece sin embargo estar llegando a ámbitos insospechados.

Recientemente asistí a unas conferencias organizadas por HSM y que mi empresa tuvo la generosidad de costearme. Confieso que asistí a regañadientes dado que me esperaba pensamiento económico empresarial al uso, máxime cuando la estrella era nada menos que Tony Blair, el más claro exponente de la degeneración de la socialdemocracia europea. El caso es que está mal visto negarse a tan generosas ofertas dentro de mi empresa y decidí perder dos días aguantando repetición de dogmas habituales reflejo del pensamiento único. Y me equivoqué al menos en parte.

Entre los ponentes de las conferencias figuraba Gary Hamel. Sus credenciales no me podían resultar más sospechosas, alguine que segun de Wall Street Journal es "uno de los más influyentes pensadores de negocios del mundo". Frente a mi excepticismo inicial me encontré a alguien que habla de democratizar la gestión empresarial, de dar capacidad de decisión en esta a todos los empleados, de empresas sin jerarquías, de motivaciones por encima del puro beneficio, de empresas que esten hechas a la medida de las personas en vez de que estas sean una materia prima más. La idea de humanizar las relaciones laborales y el trabajo para que este sea más stisfactorio para el empleado y así aumentar su motivación y compromiso resultan en el ámbito laboral español tan extraño que desde que comencé a hablar de ello en mi entorno creo que más que a la reflexión mueve al cachondeo. Es como hablar en chino en un mercado laboral marcado por el terror al despido y el autoritarismo extremo.

La premisa de Gary Hamel, respaldada por los buenos resultados de las pocas empresas en el mundo que mantienen dichos principios, es que si lo que quieres es tener empresas innovadoras y productivas no puedes dejar que las decisiones salgan de unas pocas cabezas que están alejadas de la base del negocio. Si quieres que los auténticos expertos, los trabajadores de todos los niveles, contribuyan a la mejora constante y a la innovación que te permita sobrevivir en un mundo con una competencia feroz por parte de países con una mano de obra semi-esclavizada, hace falta darles a estos el poder y tratarles como personas.

Lo que defiende Gary Hamel no es socialismo, y sin embargo tiene implicaciones muy interesantes, en la medida en que cuestiona principios fundamentales al respecto de lo que mueve al progreso y al esfuerzo, principios en los que se asienta el pensamiento económico y por tanto político al uso. Su descripción de formas de gestión empresarial exitosas que nos traen aromas de cooperativismo y autogestión me llamaron poderosamente la atención. En un ámbito diferente encajan perfectamente con ese mundo más participativo y menos jerárquico que movimientos como el 15-M nos hacen intuir.

Asomarse al mundo de gestión empresarial que defiende Gary Hamel y despues escuchar las declaraciones de los representantes de la CEOE defendiendo principios que se superaron hace más de un siglo resulta desesperanzador. En como esos principios nos rigen en un país tan dado al autoritarismo y con una clase empresarial trasnochada, heredera del franquismo, con empresarios con aires de señoritos rurales, podemos quizás encontrar las causas de contar con una economía en España tan poco innovadora y competitiva. Un lastre sin duda demasiado pesado.

A título personal, la conferencia de Gary Hamel no pudo llegar en mejor momento, y me permitión abrir una vía para reconciliar mi pensamiento político y social con mi labor profesional, encajando perfectamente y dando sentido a ideas previas. Habiendo pasado en los últimos meses de forma casi accidental de dirigir un equipo de 4 personas, a dirigir uno de 18, me encontraba ante un rol de jefe que me resultaba odioso. Así pues hace un par de semanas anuncié a mi equipo mi intención de aplicar esta nueva filosofía en nuestra forma de trabajar. De una persona como yo cuyas convicciones políticas conoce a la perfección toda mi empresa, no creo que fuera una total sorpresa. Hacer de nuestro equipo un grupo sin jerarquías y con toma de decisiones compartida va a resultar interesante, un reto dentro de una empresa especialmente jerárquica y autoritaria.

Están en inglés, pero si alquien que lee esto lo entiende y tiene interés, estos dos presentaciones las incluí en mi reciente reunión con mi equipo pues reflejan las ideas de las que hablo. La primera, de Dan Pynk animada por RSA ya estaba incluida en una vieja entrada en el blog:



La segunda es una breve conferencia de Gary Hamel donde se resume bien los principios de gestión que defiende.



Si alguien tiene interés puede leer su libro El Futuro del Management.

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