domingo, enero 01, 2012

Preparémonos. Necesitamos propuestas alternativas de lucha

El año nuevo amanece con ese brillante sol castellano invernal que parece invitar a salir a la calle y hacer cosas. Los días son ya impercetiblemente más largos, y el frío que nos espera lleva consigo la promesa de una primavera no tan lejana. El final de Diciembre marca el punto mínimo de un ciclo solar, el final del descenso y el principio de una mejora que empezará con sufrimiento y esfuerzo invernal.

Nuestra situación política podría asemejarse a la estacional. Tras la última y más terrible de todas las traiciones de los pseudosocialdemócratas y con el PP en una situación de dominio absoluto, incluido todas las administraciones y todos los medios de comunicación; en la antesala de recortes históricos que suponen un retroceso de lo avanzado en materia social en decenios. Lo bueno de caer tan abajo es que parece que no queda otro camino que la subida. Será optimismo de soleado año nuevo.

Mientras las cosas se desarrollan, estaría bien que aquellos que formamos las menguadas filas de la resistencia ideológica, nos fueramos poniendo en marcha para preparar la lucha que viene. Y esa lucha no va a ser en las urnas, sino en las calles y en la sociedad. Hay que replantearse la estrategia de huelgas y movilizaciones masivas, imposibles de momento en un entorno de una sociedad aún adormecida y estupefacta y buscar cualquier otro medio de lucha, de propaganda de subversión y de conflicto. Pero eso no significa estar parados, hay que ser inteligentes, buscando acciones con un adecuado equilibrio de coste y beneficio.

En la página de DRY leí hace tiempo que alguien proponía utilizar los billetes bancarios como fuente de propaganda. Era tan sencillo como escribir un eslogan en los billetes que pasaran por nuestras manos de forma que estos se convirtieran en una fuente de propagación de ideas. Es una idea pequeña, con un efecto pequeño, pero es una buena idea en linea con lo que tenemos que buscar. 

Más subversivo pero igual de sencillo es llevar silicona o pegamento y entretenerse en rellenar las cerraduras de todos los bancos que encontremos a nuestro paso. Por supuesto que no es una propuesta real que yo haga, porque sería un delito y sería estúpido plantearlo públicamente. No sería yo tan tonto de promover acciones contra la propiedad privada de los que nos esquilman y dudo que ninguno de los que me leen sean tan irresponsables para no respetar la ley, ¿verdad? Es puro pensamiento teórico.

Debemos tomarnos lo que viene como lo que somos, una pequeña guerrilla ante un gran ejército. Seamos nosotros los que pongamos las normas del conflicto, y no nos acomodemos a las normas y fórmulas tradiconales. Pongamonos en marcha con inteligencia, conscientes de nuestra debilidad actual, pero recordando que la historia nos ha dado ejemplos de como un grupo pequeño puede enfrentarse a fuerzas superiores e imponerse al final.

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