jueves, agosto 15, 2013

Barometro CIS (II): Perfiles socio-económicos.


Sigo con una segunda entrada dedicada a analizar las estimaciones de voto del barómetro del CIS de abril y su evolución desde las pasadas elecciones, centrándome en este caso en su distribución en función de algunas de las variables socio-económicas. Aclaro que me baso en la suma de Voto + Simpatía por ser el dato que se me antoja más parecido a la estimación de voto, asumiendo que los que no expresan intención de voto ni simpatía son potenciales abstencionistas. Los resultados que se obtienen resultan muy interesantes, y sospecho que para algunos de los que leáis esta entrada os pueden parecer sorprendentes.

Empecemos por lo más obvio, como es la distribución de votos dentro de una escala ideológica del encuestado que va del 1 al 10 (donde 1 sería la extrema izquierda y 10 la extrema derecha)


Se constata que el PP pierde el voto del centro, sector en el que el PSOE se ha hecho con una importante mayoría. Sin embargo lo que el PSOE gana por el centro lo pierde por la izquierda, cuyos votantes se decantan ahora en mucha mayor medida por IU. Es evidente también que el general aumento de la abstención tiene un impacto mayor en la derecha, corrigiendo el desequilibrio que se produjo en el momento de las últimas elecciones en las que el grado de movilización entre sus votantes fue muy superior al de los votantes de izquierdas.

Sigamos por un dato algo quizás menos conocido,como es la distribución de datos por edad.


Es evidente hasta qué punto el grupo de los mayores de 65 años se ha convertido en el único granero de votos que le queda al PP en particular y al bipartidismo en general. Son en mi opinión también relevantes los buenos resultados del PSOE en el tramo de edad más joven, mientras que los resultados de IU son más altos en el tramo de 30 a 50 años, aparentemente menos propicios a votar opciones mas "extremistas".

De lo menos sabido podemos pasar al ámbito de lo que para muchos será sorprendente. Veamos ahora la distribución del voto en función del nivel de estudios.


La correlación inversa entre la fuerza del bipartidismo con el nivel de estudios resulta llamativa, siendo aún mayor en el caso del PSOE. De hecho, entre los encuestados con estudios superiores, el bipartidismo no seduce a más de un tercio de los votantes, siendo Izquierda Unida la opción preferida entre estos, y quedando el PSOE como la peor colocada de entre los cuatro grandes partidos nacionales. En el extremo opuesto se encuentra el grupo de gente sin estudios en donde el PSOE sobrepasa el 50% de intención de voto, y el bipartidismo el 90%. Si nos fijamos en la evolución desde las últimas elecciones, el crecimiento de IU es mayor cuanto mayor es el nivel de estudios del encuestado, mientras que en el PP se produce justo el proceso inverso y decrece más cuanto mayor es el nivel de estudios. Con estos datos cabe preguntarse si el acoso del gobierno a la educación tiene que ver con un intento premeditado de moldear una sociedad menos formada y crítica, y por ello más dócil ante la puesta en marcha de su agenda política.

Si la tabla de nivel de estudios pueden sorprender, cuando entramos en la distribución de voto según el nivel socio-económico alguno quedará boquiabierto.


El PP es el partido mayoritario entre lo que el CIS clasifica como viejas clases medias (clases medias ligadas a la propiedad del medio de producción, pequeños propietarios y empresarios). IU se codea con el PP como partido más representado en las clases alta y medio altas (15-20% de la población formado por empresarios, directivos y profesionales) y está bien representado en las nuevas clases medias, mientras que el PSOE es claramente mayoritario entre los obreros.

Atendiendo por último a la actividad del encuestado, corroboramos algunos datos anteriores, aunque se añaden algunos elementos nuevos.


El PP mantendría apoyos importantes tan solo entre los pequeños empresarios y agricultores, los jubilados y las/los amas/os de casa, pero ha perdido la confianza que los parados le otorgaban al principio de la legislatura, seguramente al desvanecerse las expectativas de recuperación del empleo que el PP pregonaba. Es también destacable la caida del PP entre los empleados del sector servicios, seguramente ligado a la perdida de apoyo de los funcionarios. IU crece mucho entre los direcitvos y cuadros medios, entre los empleados del sector servicios y entre los parados, mientras que el PSOE crece entre los estudiantes y en menor medida entre los parados.

Como activista y militante de IU me llama la atención las dificultades con que contamos para conseguir el voto de las clases menos favorecidas y con menos formación, siendo seguramente un factor importante para ello el ostracismo y manipulación al que nos someten los medios de comunicación del sistema. Pese a ello hay que congratularse de la pérdida de apoyo de un bipartidismo que se refugia en los sectores más conservadores y más resistentes a los cambios.

Por hoy es suficiente, dejo para el próximo día un análisis más detallado de la distribución del voto por ámbito geográfico.

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