domingo, febrero 09, 2014

Siguiendo con IU y Podemos


Sigue Pablo Iglesias embarcado en su proyecto, y no me encuentro yo en posición de juzgar si la cosa va bien, mal o regular, pero si que me da para sacar conclusiones adicionales a las que expresaba recientemente (Un par de apuntes particulares sobre IU y Podemos).

En primer lugar, Pablo es un orador estupendo en frente de los medios. Como directivo intermedioen mi empresa, ya he pasado por los típicos cursos de formación al respecto de como hacer presentaciones de cara al público y veo reflejados en Pablo muchos de los consejos recibidos. Pero es que además Pablo es de esa gente que se siente cómodo y que conecta con las audiencias. Si ser candidato es un oficio, hay que reconocer que Pablo está muy preparado, y no sería yo el que lamentara si acabara siendo cabeza de un cartel al que pudiera dar mi voto.

En segundo lugar, me congratulo como, pese a la reacción parcialmente virulenta de algunos colegas de IU que han pasado a convertir a Pablo en un enemigo público, el mantiene un tono cordial hacia nuestra formación, muy de agradecer. Si de esto puede salir algo bueno, será porque no habremos convertido su iniciativa en ningún tipo de enfrentamiento.

En tercer lugar, debo decir que le doy la razón al 100% al respecto de apelar a los sentimientos de la gente y no solo a la racionalidad. Nos gustará o no nos gustará, pero es cierto y está más que estudiado por las empresas de marketing que vende mucho más y moviliza mucho más esas apelaciones a nuestra parte más emocional que lo que es puro argumento racional. Ya me gustaría que no fuera así, pero no vamos a triunfar a base de negar la realidad, y como Pablo bien dice, dejar la emotividad a los populismos fascistas es un enorme desperdicio y una enorme estupidez.

En cuarto lugar, constato que la apuesta de Pablo y los suyos podrá funcionar o no, pero se me antoja imprescindible para intentar romper el  bloqueo del 15% al que IU, y la izquierda tradicional parece encuentrarse condenada después del desgaste que supone las campañas de descrédito masivo a las que se somete a la población contra nuestra formación. Si Pablo y los suyos consiguen movilizar a los despolitizados, puristas de pequeñas izquierdas verdaderas, indignados perdidos y gentes desorientadas varias, y los ponen en marcha hacia una alternativa de cambio, nos habrán dado el empujón que puede hacer cambiar las cosas. Apelan a esta gente que nunca votaría a IU porque somos unos vendidos socialdemócratas, o porque somos unos rojos extremistas, o porque somos unos corruptos mezclados con los ERE y los sindicatos, o porque apoyamos al PSOE en Andalucía, o porque apoyamos al PP en Extremadura, etc, etc. Esa gente tiene demasiados prejuicios y es muy difícil que se unan a nosotros directamente.

Y creo que algún éxito tienen, porque los pseudogrillistas del Partido X parecen considerarles casi de los suyos, los puristas de IZAN están dispuestos a renunciar a su programa de máximos, la marca blanca de los verdes europeos asumen que se parecen a ellos con lo de las primarias, y en general sospecho que muchos verán en la iniciativa una posibilidad de formar parte de algo en lo que no sean los enanos al lado del gigante organizativo y electoral que es IU.

Así pues, por mi parte les deseo el máximo éxito, y desde nuestra orilla en IU espero que sean capaces de aglutinar a toda esa amalgama de gente y consiga que contribuyan con su esfuerzo al objetivo final de Pablo, que sigo pensando que no se diferencia en nada del mío mismo.

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